No sé tú, pero yo soy de las que compran tres camisetas blancas idénticas, un jersey de cuello redondo en cada color y las mismas botas de piel con y sin tacón. Durante mucho tiempo, me avergoncé de ello, pensando que, quizá, debía invertir mi dinero en prendas más divertidas que nada tuvieran que ver con las que ya estaban en mi armario. Estaba muy equivocada: tener básicos de repuesto para cada día de la semana me ha resuelto un sinfín de dilemas de estilo; de hecho, es gracias a ello que este Otoño/Invierno puedo aplicar el último truco de experta que ha compartido Sassa de Osma.
El truco de Sassa de Osma para sacar provecho a esos básicos duplicados
Toca hacer cambio de armario y, como es lógico, también la lista de deseos para la nueva temporada, que habitualmente se compone de un popurrí de las tendencias del momento, básicos que hay que reponer y chaquetas calentitas. En estas tres categorías se encuentra la prenda mágica que Sassa de Osma tiene duplicada y con la que eleva sus looks de sencilla a lujosa en un solo paso: un jersey de cashmere de cuello redondo y puños ribeteados, de la firma italiana Falconeri.
¿Y si, en lugar de ponerte un jersey cada día, combinases ambas prendas idénticas? En principio, puede que la propuesta no tenga mucho sentido, pero la mujer de Christian de Hannover ha decidido pasar la teoría a la práctica para mostrarte cómo funciona.
Mientras que lleva uno de los dos jerséis puestos como parte superior del look, el otro cae sobre los hombros y se ata sobre el pecho, haciendo de bufanda y, a la vez, de accesorio, porque aporta algo de relieve y un punto divertido a esta prenda minimalista.
Sabemos que ponerse el jersey sobre los hombros no es algo nuevo, las chicas y los chicos preppy lo han hecho toda la vida. Sin embargo, este se suele combinar con camisetas o camisas, y casi siempre de colores diferentes para establecer un contraste.
Lo que Sassa consigue al utilizar, en su lugar, dos jerséis idénticos, es reinventar la propia prenda y hacerla mucho más interesante, pues pareciera que son una sola.
Todas compramos varios ejemplares del mismo jersey
Hace un par de meses, hablamos con Aitor Salinas, periodista y docente de Comunicación de Moda en IED Madrid, para quitarnos esa vergüenza injustificada que sentíamos por comprar dos o más ejemplares de prendas tan sencillas -pero, a las pruebas me remito, extremadamente versátiles- como un jersey de cuello redondo.
Así nos tranquilizaba: "No todos tenemos que ser Carrie Bradshaw, a pesar de que hay gente que lo disfruta profundamente. Anna Wintour es el perfecto ejemplo de una persona que tiene que tomar cientos de decisiones al día y ha decidido adoptar un uniforme que elimina, por lo menos, una de ellas".
Bien es cierto que, desde hace años, no vemos a la editora llevar otra cosa que vestidos de flores y estos, por cotidianos que nos parezcan, ya se han convertido en uno de sus sellos de identidad, junto con ese característico corte de pelo y sus grandes gafas de sol.
No es cosa mía, ni de Anna Wintour o de la princesa de Hannover; existe una explicación psicológica para esta conducta: "Adoptar un uniforme a base de variaciones de las mismas prendas, no solo te facilita la vida a un nivel logístico, te permite construir un estilo coherente y la confianza que viene con ello", asegura Salinas.








