Existen muchos motivos por lo que podríamos recordar una película: emociones que nos genere, una banda sonora apoteósica, una interpretación que nos ponga la piel de gallina, o, en el peor de los casos, por ser insultantemente mala. Pero también, para los que les apasiona la moda, existe otro motivo por el que siempre nos acordaremos de una película, y es cuando aparece en pantalla un look inolvidable. En estas líneas, recordamos los estilismos que transformaron a las actrices en auténticos iconos de moda.
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© NetflixZendaya, en Malcolm and Marie
El icono de la generación Z representa a su vez el futuro y la esperanza del séptimo arte. Una actriz prometedora que ya acumula en su carrera numerosos títulos -entre ellos dos premios Primetime Emmy, un premio Critics' Choice Television, un Globo de Oro, un premio Satellite y un premio Saturn-, Zendaya es única y causa furor tanto en la gran pantalla como en la alfombra roja. A mí me fascinó en Malcolm and Marie (2021), con aquel impresionante vestido de lentejuelas y repleto de aberturas, con un corte lateral en la pierna, y cut out en la zona del abdomen.
Se trata de un diseño creado por Law Roach, estilista de la intérprete en la vida real y colaborador como diseñador de vestuario en la película. Para dar forma al diseño, Law trabajó junto a Jason Rember, director creativo de la firma neoyorquina Aliétte. Sin duda, nadie mejor que Zendaya para lucir ese vestido.
© Cordon PressKeira Knightley, en Expiación
Es, probablemente, uno de los vestidos más icónicos del cine contemporáneo. Diseñado por Jacqueline Durran, este precioso look consolidó a la actriz británica como un icono indiscutible de moda, y un modelo de belleza que nos recuerda a las actrices más clásicas, delicada, femenina y elegante. Confeccionado en seda, en un verde esmeralda muy intenso, escote V y tirantes finos, los puntos clave que lo convierten en un diseño inolvidable son su pronunciada espalda descubierta, y el drapeado en la cadera que termina con un nudo frontal. Tremendamente femenino y sensual, a partes iguales.
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© UniversalJulia Roberts, en Notting Hill
Julia Roberts en Notting Hill es la perfecta encarnación del estilo british de los 90, por sus looks street style con puntos vintage y relajados. Fue pionera en llevar una blazer de cuero negra y seguir luciendo femenina, además de convertirla en una prenda imprescindible para nuestro armario de otoño-invierno. Este look de Julia la consolidó como un icono, a raíz de prendas superbásicas: vaqueros rectos, camiseta blanca, chaqueta de cuero, boina negra y gafas de sol redondas. Creaba un contraste perfecto con el glamour de la otra realidad de su personaje.
© HBOSarah Jessica Parker, en Sexo en Nueva York
Para una forofa absoluta de Sexo en Nueva York, y más concretamente, del armario de Carrie Bradshaw, escoger un solo look es como contestar a la pregunta de ‘a quién quieres más: a mamá o a papá’. ¡Es imposible elegir! Sin embargo, este look siempre ha sido de mis favoritos, además de encajar con la estética romántica que es tendencia actualmente.
Es un vestido de seda con estampado floral y algunos volantes en la zona del escote y la falda, dándole mucho movimiento y fluidez. Con escote en V y tirantes finos, era la perfecta combinación de la personalidad de Carrie: romántica, atrevida, siempre con un punto de sensualidad. Lo completó con uno de sus eternos baguettes en rosa pastel, y sandalias de vinilo transparentes. Es el look perfecto para reencontrarte con tu ex tóxico y acabar en el estanque con él.
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© Getty ImagesOlivia Newton-John, en Grease
Fue la primera chica buena del cine que se transformaba en rebelde por amor. Grease marcó un antes y un después en la sociedad del momento y también en la moda. Era el reflejo de la estética juvenil de los años 50, su espíritu de rebeldía, los coches clásicos, las chaquetas de cuero y las faldas largas de vuelo… Olivia Newton-John protagonizó la metamorfosis más icónica del cine: apareció enfundada en unos pantalones ceñidos de cuero negro, top ajustado con escote bardot y cazadora biker de cuero.
© Getty ImagesGrace Kelly, en La Ventana indiscreta
No hay amante del cine clásico que no tenga grabado en la retina aquel primer plano de Grace Kelly en La ventana indiscreta, aproximándose lentamente hacia la cámara, mirándola fijamente con sus dulces ojos azules, resplandecientes, sus labios pintados de rojo, el cabello dorado y brillante, como las perlas que llevaba al cuello. Aquel momento vivido en la gran pantalla tuvo que ser inolvidable. La eterna musa de Hitchcock, el icono de belleza de la época, rompía en ese momento la cuarta pared, y resquebrajaba la fina línea entre el cine y el mundo real, haciendo creer al espectador que iba a ser él quien recibiría aquel beso, y no James Stewart.
Con un vestuario a cargo de la legendaria Edith Head, Grace aparecía en pantalla con un vestido con corpiño negro ceñido y escote barco y falda blanca de tul, con detalles silvestres en la cintura. Fue el culmen de la elegancia clásica, el ideal de mujer impecable y sofisticada, pero siempre con un punto de feminidad y sensualidad delicada, tal como Hitchcock buscaba siempre retratar a sus musas en sus películas.
© Getty ImagesAudrey Hepburn, en Sabrina
Siento que la primera opción sea una obviedad, pero mayor crimen sería no incluir a Audrey Hepburn en esta selección de looks icónicos. De ella se han escrito líneas hasta la saciedad, y nunca sería suficiente. Porque dentro y fuera de la pantalla, Audrey es una fuente inagotable de inspiración, estilo y sofisticación. La cara angelical del Hollywood clásico nos dejó como legado un increíble repertorio de películas que han pasado a la Historia del cine, e infinitas lecciones de estilo que aún, a día de hoy, siguen funcionándonos.
Aunque es conocida popularmente por su papel en Breakfast at Tiffany’s, y esa primera aparición en la Quinta Avenida de Nueva York con aquel icónico vestido negro, mientras desayunaba un croissant y un café frente al escaparate de Tiffany & Co, en estas líneas hemos querido destacar otro look, tal vez menos conocido, pero igualmente icónico, inspirador y reflejo perfecto de la eterna elegancia de Audrey.
© Getty Images
© Getty ImagesNos remontamos a la película Sabrina, 1954. Audrey lleva un traje de falda de tubo midi y chaqueta de doble botonadura, con cintura supermarcada para crear el efecto ‘cintura de avispa’, muy del estilo New Look que era frecuente en aquella época en París. Lo acompaña con un stilettos de tacón bajo, unos aros dorados y un tocado estilo turbante blanco. Es un look exquisito, sofisticado, con un punto atrevido por los complementos. Diseñado por Hubert de Givenchy, quien se encargó del vestuario de la película, este look es tan especial por todas sus connotaciones. Es el retorno al hogar de una Sabrina diferente, un reflejo de su increíble transformación, el “patito feo -todo lo fea que pudiera ser Audrey…- que se convierte en cisne”.
