Estamos inmersas en la rutina y ya con ganas de que lleguen las vacaciones de Navidad -sí, sabemos que aún queda mucho-, pero las salidas con amigas después del trabajo lo son todo para recargar los ánimos para el resto de la semana. Andrea Pascual y María Vega-Penichet, que además de amigas son compañeras en Kimomi Comunicación, lo saben bien. Aunque estén acostumbradas a organizar eventos de moda para firmas destacadas de nuestro país, rara vez las vemos desenvolverse en un ambiente más íntimo y, como era de esperarse, nos conquistaron con sus looks.
Andrea Pascual y María Vega-Penichet, de cena con amigas en Madrid
Tanto Andrea, mujer de Beltrán Gómez-Acebo, sobrino de Juan Carlos I, como María, que es descendiente de una saga de banqueros y abogados, mantienen un perfil más discreto en lo personal, y es por eso que nos fascina descubrir nuevas facetas de ellas. Juntas, forman parte del exclusivo círculo de la alta sociedad madrileña, pero son contadas sus apariciones en eventos mediáticos. Son más de cenas pequeñas, con amigas,
Andrea optó por darle un giro al uniforme clásico de lunes a viernes, que generalmente consiste en una camisa blanca, pantalones sastre y una blazer negra. En su caso, sí que incorporó una camisa, de Uniqlo, pero combinada con unos leggings capri que tenía en su armario y sandalias negras de tacón, de Bimani, sustituyendo la típica americana por una chaqueta bomber de piel, de Massimo Dutti, que consolida la estética 'retro', y a la vez supertendencia, de su look.
Para llevar todas sus cosas, eligió el modelo Carolina Shoulder Bag, de Lonbali (375 euros), que está realizado en España utilizando piel de vacuno de primera calidad con paneles en verde oliva que le dan ese punto diferenciador. Su diseño estructurado, con guiños a la arquitectura contemporánea, resulta elegante, pero práctico.
Las joyas tampoco pasaron desapercibidas para nosotras, pues llevan la firma de So-Le Studio, un sello fundado por Maria Sole Ferragamo, heredera del linaje de moda italiana que le da su apellido materno. Su misión es transformar materiales sobrantes, como el cuero o el latón, en piezas esculturales, las cuales se elaboran enteramente en la Toscana.
María, por su parte, decidió rescatar un vestido midi estampado de flores en tonos azulados, de Zara, con mangas abullonadas y volantes sobre el cuello. Por su versatilidad, fue un flechazo a primera vista y quisimos correr a comprarlo; sin embargo, una búsqueda rápida nos confirmó que era parte de una colección anterior del gigante de Inditex y que su precio original era de 29,95 euros.
El tándem de vestido con botas de caña alta en la temporada Otoño/Invierno es siempre un acierto, ya que permite seguir usando vestidos cuando hace frío y, al tiempo, alarga las piernas a simple vista. La licenciada en Marketing y Publicidad seleccionó unas botas negras de aspecto ecuestre, de la francesa Isabel Marant, y, para rematar, marcó su figura con un cinturón de piel con hebilla dorada, de Balteī Studīo. Doble beneficio en un mismo estilismo y sin hacer apenas esfuerzo. Completó el look con el mismo bolso de Lonbali que su amiga, pero en color negro.
No en vano son expertas en comunicación y ayudan a distintas firmas a expandirse y darse a conocer. Saben cómo potenciar básicos y sacar provecho a piezas sencillas mediante combinaciones inesperadas y favorecedoras. Asimismo, dan protagonismo al made in Spain, incorporando accesorios y prendas específicas de firmas internacionales que sumen y refuercen esa sofisticación propia de nuestra moda.
El hecho de que Andrea y María hayan combinado prendas de nueva temporada con otras que habían comprado hace tiempo delata la importancia de tener un buen fondo de armario, lleno de básicos que no pasan de moda y que valen para días intensos de trabajo y noches de diversión con amigas.











