Corría el año 2002 cuando el diseñador Marc Jacobs, por aquel entonces al frente de la dirección creativa de Louis Vuitton, se topó con la obra de Takashi Murakami (Tokio, 1960) durante una exposición de arte contemporáneo en la Fundación Cartier de París. Fue entonces cuando quedó prendado del trabajo del japonés, en el que fusiona la pintura tradicional, la ciencia ficción, el anime y los personajes kawaii.
El modisto le invitó a colaborar en la colección Primavera/verano 2003, bañando de color uno de los desfiles más recordados de la casa francesa hasta la fecha y sentando así los precedentes de las muchas colaboraciones entre arte y moda que otros sellos aplicarían después.
El japonés inició así una colaboración con la firma tan exitosa que se extendió durante una década, hasta la salida de Jacobs de la firma, en 2013. Y esta vez, el japonés vuelve a formar parte Artycapucines, la colección de Louis Vuitton en la que participan artistas contemporáneos desde el 2019, reinterpretando el icónico bolso Capucines, utilizando técnicas innovadoras para plasmar su trabajo en piezas de edición limitada.
Ahora la maison acaba de presentar el séptimo capítulo de esta colección con 11 diseños ideados por Murakami. Para celebrarlo, este ha creado una instalación única que se presentará en el majestuoso Balcon d’Honneur del Grand Palais, en París. Se trata de un pulpo de nueve metros de altura cuyos tentáculos se extienden por el espacio como si cobraran vida. En su interior, los visitantes se adentran en un recorrido casi onírico entre bocetos, colores y Capucines a los que ha dado forma.
Cada diseño es una oda al ingenio: desde el Capucines Mini Mushroom, con más de cien pequeños champiñones bordados a mano sobre lona plateada, hasta el Panda Clutch, una obra escultural de latón plateado con más de 6.000 cristales incrustados uno a uno. Tampoco faltan referencias al imaginario del artista, como el Capucines Mini Tentacle, inspirado en su escultura del alter ego Mr. DOB o el Capucines EW Dragon, que reproduce su espectacular cuadro Dragon in Clouds Indigo Blue.
El resultado es un diálogo entre el savoir-faire artesanal de Louis Vuitton y el espíritu divertido de Murakami. Cada bolso es una pieza limitada, elaborada con técnicas como la marquetería de cuero tradicional y la impresión 3D.
En 2003, Murakami fue el primer artista en reinterpretar el monograma de Louis Vuitton, transformándolo en un lienzo multicolor que marcó una era en la moda de lujo.
Con esta presentación, Louis Vuitton celebra su tercer año consecutivo como partner asociado de Art Basel París y consolida su papel como puente entre el arte y la moda contemporánea. Dos décadas después de aquella primera colaboración, Murakami vuelve a demostrar que su trabajo puede ser tan fascinante como ponible.