En 1977, Giorgio Armani, cuyo primer amor realmente fue el cine y no la moda, quedó fascinado con el estilo de Diane Keaton haciendo de Annie Hall. Y es que, para la película, su protagonista pidió a Woody Allen que la dejase vestir igual que en su día a día, ¡con piezas su propio armario! Tal fue el flechazo que tuvo el diseñador italiano al verla en pantalla que no dudó en llamarla para presentarle una propuesta que cambiaría la manera en la que visten las actrices sobre la alfombra roja, aunque ellos en ese momento aún no lo sabían.
© Getty ImagesDiane Keaton, la primera musa de Giorgio Armani en la alfombra roja
Antes de la década de los 80, Nolan Miller, Arnold Scaasi o Bob Mackie eran prácticamente los únicos encargados de vestir a Hollywood en sus eventos especiales, con la excepción de algunos diseñadores de vestuario menores que venían del Broadway más teatral, del Carnaval de Río o que directamente eran enviados por los estudios cinematográficos. No se pensaba que las entregas de premios pudieran marcar tendencia e impactar en los armarios de la gente real... hasta que llegó Armani.
© Getty ImagesUna tarde de primavera de 1977, Armani fue a ver al cine la película más reciente de Woody Allen, un título con nombre de mujer que prometía muchas risas, pero superó todas sus expectativas. Quedó flechado por la actitud desafiante, inteligente y espontánea de Diane Keaton interpretando a Annie Hall y de inmediato supo que había encontrado a su primera musa. Por casualidades de la vida, ya que el modisto estaba tendiendo puentes a Hollywood y viajaba con frecuencia a Los Ángeles, coincidió con ella y decidió hacerle la propuesta que cambiaría sus vidas, ambas.
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© Bettmann ArchiveKeaton había sido nominada al Oscar en la categoría de Mejor Actriz y Armani estaba deseoso de diseñar el look con el que -esperaba- ella recogería su primera estatuilla dorada. Aceptó encantada; al fin y al cabo, la estética de sus trajes italianos, pensados para la vida contemporánea, resonaba al 100% con la imagen de mujer intrépida, profesional y moderna que encarnaba la propia intérprete.
© Getty ImagesEl traje inspirado en Annie Hall que lo cambió todo
"Le sugirió a Diane que se vistiera igual que Annie Hall para los Oscar de 1978. Ganó el premio a la Mejor Actriz con una chaqueta de hombre. Ninguna actriz se había vestido así en los Oscar", explicó Roberta, sobrina de Armani y una de los herederos de su imperio. Aquel episodio le abrió los ojos al modisto: entendió que el cine tenía un poder increíble para inspirar a la gente y convertir la moda en algo aspiracional.
© Getty ImagesSobre este look, en 2020, Armani dijo lo siguiente en una entrevista a la revista Grazia: "Alguien como Diane tenía una idea completamente diferente de lo que debía ser el estrellato: quería ser, ante todo, una persona cercana y, después, una estrella. Se puede apreciar cómo Diane logra que una chaqueta a medida, con un estilo que normalmente se asocia con un traje masculino, luzca completamente moderna e individual. Es interesante recordar esto porque, en 1978, todos estábamos cambiando nuestra percepción de nosotros mismos, tanto social como profesionalmente. En particular, las mujeres estaban descubriendo una nueva voz como profesionales. Soy el diseñador a a quien se le atribuyó el mérito de brindarles a estas mujeres un vestuario apropiado, algo que pudiera competir en cuanto a estilo con lo que vestían sus compañeros masculinos. Diane canaliza ese espíritu con este atuendo".
© Getty ImagesDesde entonces, supo que ambos mundos -la moda y el cine- estaban destinados a caminar de la mano, y no tardaría poco en poner a prueba esta teoría estrenándose como director de vestuario con American Gigolo (1980), la película que catapultaría a Richard Gere y lo convertiría en símbolo de sensualidad y elegancia, y referente masculino de una década en ciernes.
© Getty ImagesAlgo similar ocurriría en 1990, cuando Julia Roberts recibió su Globo de Oro como Mejor Actriz de Reparto por Magnolias de acero, solo meses antes de despegar definitivamente con su papel en Pretty Woman. Este conjunto de sastrería extragrande, diseñado por Armani al más puro estilo de Annie Hall, puso en el radar de las revistas de moda a la futura 'novia de América'. Y todo gracias a Keaton.
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© NetflixEn 1991, Giorgio Armani y Diane Keaton volverían a unir fuerzas, y esta vez en el set de grabación, ya que contribuyó con el diseño del vestuario de Padre de la novia. Fue una de las más de 500 películas en las que acabó trabajando el icónico modisto que, al igual que la actriz, falleció este 2025.
