Durante los 90 no era extraño ver a artistas como Kurt Cobain o Courtney Love rebuscando en tiendas de segunda mano y encontrando tesoros, que después darían forma a esa estética grunge que marcaría la época. Pero la alfombra roja jugaba en otra liga: allí se esperaba que las actrices estrenaran vestidos recién salidos del taller del diseñador, sin apenas lugar para la improvisación. Por eso resultaba tan llamativo cuando alguna se salía del guion y aparecía con un hallazgo vintage, una prenda reutilizada o, incluso, un look hecho por ella misma. Lo que entonces parecía un tabú, hoy se entiende como un gesto de lo más cool: ese mismo espíritu de rescatar piezas de archivo es el que triunfa en las nuevas generaciones. Pero ellas fueron pioneras.
Aquella joven de 23 años no era consciente en 1990 de que estaba sentando un precedente estilístico, inspirando después a generaciones posteriores con su audaz elección. La actriz recogió el Globo de Oro por su papel en Mangonlias de acero, luciendo un traje masculino firmado por Armani, que en realidad, había comprado de forma improvisada en una tienda de Beverly Hills.
Winona Ryder en la gala benéfica de Sean Penn (2014)
Winona Ryder, en los Oscar con un vestido de 10 dólares
"La mayor parte de mi armario es vintage, he llevado vestidos a los Oscar que compré por 10 dólares", llegó a contar la estrella de Stranger Things a la revista Red. "En la última gala por Haití de Sean Penn, llevé un vestido antiguo que ya había usado en el estreno de una película en 2005. Sé que eso es un poco un tabú en el mundo de la moda, pero, ¿por qué ponerse algo una sola vez si te encanta?" Desde sus comienzos en el cine, incluso cuando era solo una adolescente saliendo con Johnny Depp, siempre ha defendido la moda reutilizable.
No era exactamente un conjunto vintage el que la protagonista de Instinto básico lució durante la ceremonia de los Oscar, en 1998, pero desde luego se trataba de una combinación inusual por la que incluso fue criticada. La actriz combinó una falda satinada de la diseñadora Vera Wang con una sencilla camisa blanca oversize de la marca Gap, que había encontrado en el armario del que por entonces era su marido, Phil Bronstein. Aquel conjunto que fusionaba lujo y low cost, terminó inspirando a la propia Zendaya, que lo recreó en los mismos galardones, en 2022.
Tras estrenar en 2006 El diablo viste de Prada, su protagonista se había convertido en un referente de moda propulsado por su personaje, que en la película termina vistiendo con exclusivas prendas perfectamente combinadas. Por eso sorprendió especialmente su look para acudir en 2017 a Good Morning America, luciendo un vestido estampado con un inesperado origen. "Lo compré en un mercadillo por 14 euros", confesó durante el programa. "Trato de llevar prendas vintage siempre que puedo".
Demi Moore y el "horrible" look que se hizo ella misma
Hoy podrían haberla tildado de visionaria e incluso no sería descabellado ver a artistas como Rosalía luciendo algo similar. Pero en 1998, la intérprete recibió un aluvión de críticas cuando se presentó en los premios Oscar con un estilismo que ella misma había confeccionado a partir de varias piezas que se había encontrado, como un corsé vintage y unas mallas de ciclista. "Gracias a Dios, ningún diseñador tiene la culpa. Demi fue claramente la actriz peor vestida de los Oscar", rezaba la portada de WWD un día después de la gala.
Nicole Kidman y el dos piezas que encontró en un mercadillo
Así lo reveló la propia actriz durante el estreno de Eyes Wide Shut, la polémica película que estrenó en 1999 junto a Tom Cruise, dos años antes de formalizar su divorcio con él. Se trataba de un top con escote en pico y finos tirantes al cuello, que dejaba la espalda completamente al descubierto. Una prenda a juego con una minifalda de tiro bajo, que completó con sandalias de tiras anudadas al tobillo y brazalete metalizado.