La moda hace una revisión constante del pasado para crear su futuro. Los diseñadores investigan otras décadas y disciplinas para dar forma a algo diferente, especial. Si ya contábamos que Silvia Tcherassi tomaba el imaginario del director de cine Paolo Sorrentino como punto de partida, Claro Couture retrocede a los años 20 y 90 para crear colección Rosé Noir; una propuesta que la firma ha presentado en la 82º edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
El lujo de los años 20 y el descaro de los 90 han servido de guía a una colección de fiesta en la que los colores y los tejidos tienen un papel muy especial. Los diseños pensados para el día son un ejercicio de precisión. Minivestidos de corte limpio y blazers con cintura marcada que se combinan con pantalones de corte impecable. Los popelines y los crepés caen con fluidez, creando siluetas que son a la vez modernas y clásicas.
A medida que avanza el desfile, llega la noche. Los tejidos se vuelven más ligeros y etéreos. Muselinas vaporosas se deslizan, y los bordados con cristales capturan la luz con un brillo sutil. Los vestidos de noche se presentan en sus múltiples formas, desde el minimalismo más pulcro de las prendas de satén hasta el dramatismo de los bordados escénicos. Los galones bordados a mano con cristales son la prueba de la meticulosidad en cada detalle, un tributo al trabajo artesanal.
En cuanto a los colores, los tonos suaves y empolvados (rosas pálidos, verde menta, amarillo mantequilla) están acompañados de los eternos básicos de la firma: blanco y negro.
Un desfile celebrado en Ifema al que han acudido influencers como Susana Molina (que eligió la firma para que creara su vestido de novia) o Estela Grande presumiendo de embarazo que no han querido perderse las novedades de la firma. Pero también había rostros conocidos sobre la pasarela. La modelo Águeda López, mujer de Luis Fonsi, ha sido la encargada de cerrar el show con un vestido blanco, con detalle de malla, combinado con un kimono oversize.