El verano nos brinda la ocasión perfecta para aparcar por unos meses los colores sobrios y elegantes del invierno, como el rojo, el granate, y el negro, y animarnos a arriesgar con los distintos tonos de morados, naranjas, amarillos o azules. Y me refiero especialmente a la manicura, ese detalle de nuestro look que podría pasar desapercibido o quedar reducido a un segundo plano, pero que cada vez va acaparando más protagonismo por haberse convertido en un medio más para ser creativas y dar un toque diferente a nuestra imagen.
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¿Manicura clásica o más atrevida?
Las uñas han dejado de estar dominadas por los clásicos granate, rojo y la manicura francesa, y cada vez son más las mujeres que se atreven con alternativas más arriesgadas y originales. Adentrándonos en el mundo del nail art, las técnicas y estilos que se nos ofrecen son casi inabarcables, desde diseños sencillos hasta acrílicos, geles, relieves o incrustaciones. Y no todas son para todo el mundo.
La manicura que elegimos está más vinculada a nuestra personalidad de lo que pensamos, y es por ello que en estas líneas hemos recurrido a la voz de una experta, María Ros (@psicomr), psicóloga especializada en terapia corporal, para entender qué revela de nuestra personalidad el hecho de que nos decantemos por looks más neutros y discretos mientras que nos aventuramos a llevar manicuras más atrevidas.
Esto es lo que dicen tus uñas sobre tu personalidad
"La manicura es una pequeña extensión de nuestra identidad, nuestra forma de entender el mundo y de cómo queremos ser percibidas por los demás", comienza María, y asegura que están estrechamente conectadas con nuestra forma de ser: "unas uñas con forma afilada y de colores intensos pueden proyectar fuerza y presencia, mientras que formas más redondas y colores suaves suelen transmitir más sobriedad, calma y deseo de aceptación social".
La psicóloga reafirma el poder de la manicura como medio de expresión, con estudios como los de Leary & Kowalski que "dictan que las personas cuidan ciertos aspectos externos para transmitir seguridad, creatividad y profesionalidad"; pero recalca que no siempre unas uñas atrevidas son sinónimo de alguien con fuerte autoestima, sino que "en ciertas personas también pueden funcionar como una coraza para compensar inseguridades".
En palabras de nuestra experta, muchas personas recurren a atreverse con la manicura porque "jugar con las uñas" resulta un canal fácil y accesible para poder expresar nuestra creatividad: "a través de las uñas probamos, nos arriesgamos, nos permitimos probar lo que quizá no haríamos en otras partes de nuestro cuerpo". Además, aquellas personas que cuiden mucho los detalles estéticos, como son en este caso las uñas, no siempre tienen que regirse por un mismo motivo, sino que depende de varios factores, de su historia individual: "puede que lo haga porque tiene una alta necesidad de control, o porque siente que sus uñas expresan algo importante de su identidad".
Nos detenemos a analizar qué puede revelarse sobre la personalidad el hecho de vestir en tonos neutros, pero apostar por una manicura llamativa y rompedora: “la psicología del color sugiere que los tonos neutros (beige, gris, cremas…) se asocian a la sencillez, calma, discreción, se eligen cuando no quieres llamar la atención o para sentirnos seguras en momentos emocionalmente más complejos”. La combinación con unas uñas más atrevidas puede perseguir "un reflejo de equilibrio: alguien que regula cuánto muestra, adaptándose al entorno sin perder su toque personal".
María concluye reivindicando el poder de la estética para expresar nuestra forma de sentir, de pensar, y de entender el mundo, haciendo énfasis en las manicuras que elegimos: "si pensamos en nuestra propia experiencia, seguramente veremos que el cómo nos sentíamos o las circunstancias que estábamos atravesando determinaron mucho la elección de la forma y el color de nuestras uñas. No son iguales en verano, en Navidad o en una boda. Nuestro cuerpo expresa, y nuestras uñas, también".