Me declaro fan incondicional de Rocío Osorno. Sí, me gusta ella, me gusta su estilo y también su forma de comunicar. Me encanta ver sus vídeos probándose ropa y dando ideas para vestir en el día a día o de invitada —tanto que he llegado a pasar más de media hora seguida consumiendo su contenido—. Por eso, desde que compartió un reel en el que hablaba de un conjunto de Zara con estampado floral y explicaba que había algo que le chocaba y no sabía muy bien qué era, he tratado de dar respuesta a su pregunta. Y creo que la he encontrado.
Pongámonos en antecedentes. Rocío comparte un vídeo en el que muestra un top floral de Zara, con el fondo rosa, palabra de honor y ligeramente encorsetado (39,95 euros) para el que la firma de Inditex proponía dos opciones de pantalón. El primero tiene el mismo estampado y color de fondo (29,95 euros), por lo que permite crear un total look ideal para cualquier evento. El segundo, también de flores, presenta el fondo degradado: del granate llega al rosa (35,95 euros). Y aunque ambos pantalones le sientan de maravilla, la primera opción es su favorita (y también la de sus seguidores). ¿Pero qué pasa con el segundo pantalón? ¿Qué tiene que le choca tanto a Rocío? Si es ideal en cuanto a corte y tejido y le queda fenomenal...
¿Por qué nos llaman tanto la atención los contrastes de color?
El ojo humano, por naturaleza, se siente atraído por las diferencias y los contrastes, especialmente cuando los colores son opuestos o muy diferentes entre sí. Es la forma que tenemos de procesar la información visual. Y las combinaciones que ha probado Rocío son un claro ejemplo de ello. Mientras que en el primer look, con el pantalón y el top a juego, se crea un conjunto armónico y elegante, el segundo introduce un contraste cromático muy potente.
En la moda, ese contraste sirve para crear un punto focal y dar dinamismo al outfit. El look monocromático transmite elegancia y sofisticación; el que tiene fuertes contrastes comunica energía, creatividad y atrevimiento. Eso sí, nos cuesta más encontrar la armonía. Pero hay más.
Seguro que has escuchado hablar de la psicología del color en la moda, una rama que estudia cómo los colores de nuestra ropa afectan a nuestras emociones y a la percepción que los demás tienen de nosotros. Es una forma de comunicación no verbal y en el caso de este look dice mucho.
Colores como el rosa y el granate, aunque cercanos en la rueda de color, tienen saturaciones y tonalidades muy diferentes. El granate (o burdeos) se suele asociar con el poder y la opulencia. El rosa, en cambio, representa la feminidad, la dulzura y la creatividad. Combinar ambos de forma degradada y con un top del color más suave es una estrategia visual muy potente, pero también evoca esa mezcla de sensaciones tan diferentes. Es decir, proyecta dos realidades muy diferentes que "nos chocan". Por eso no es raro que tanto a Rocío como a sus seguidores, aunque les guste la combinación, sientan algo que no saben explicar a la hora de verlo, algo que, en cierto modo, no encaja.