Seguro que a ti también te ha ocurrido: te has comprado una nueva americana y cuando vas a estrenarla, cortas la etiqueta, pero también ese botón extra que viene cosido sobre un trocito de tela, generalmente escondido en el interior de la chaqueta, o dentro de un pequeño sobre de cartón. Lo guardas en un cajón: "por si acaso", piensas, aunque en el fondo sabes que no volverás a recordar dónde lo pusiste. O quizá prescindas directamente de él y decidas tirarlo. Y aunque parezca un gesto sin importancia, en realidad esta pequeña pieza tiene un propósito más valioso de lo que imaginas.
En cuestión de sastrería, ya hemos resuelto con la ayuda de expertos dudas como la diferencia entre una americana y una blazer o por qué la mayoría de camisas tienen el primer ojal en horizontal. Pero vamos a abordar la incógnita del botón extra y por qué deberías tenerlo más presente, pues no se trata de un capricho estético o una cesión de cortesía, sino de un recurso pensando para que tu americana tenga una vida útil más larga.
Desde la firma barcelonesa TWOTHIRDS, especializada en una producción slow fashion, lo aclaran: "El uso y el desgaste natural de la prenda, puede hacer que algún botón se acabe aflojando y ahí entra en juego el botón de repuesto", explican. "Reemplazarlo te permitirá conservar tu chaqueta mucho más tiempo. Un botón extra es parte de la filosofía de la durabilidad. Por eso se incluyen, para que puedas reparar y reutilizar la chaqueta, antes de deshacerte de ella".
Es decir, no es solo un botón con una misión práctica, sino también ética. "Hay muchas prendas de moda rápida que están diseñadas para durar solo unos diez usos", apuntan. "Una de las maneras de evitarlo es confeccionar prendas con estándares altos de calidad". Y, entre ellas, se incluye este gesto del botón extra en las americanas.
Además, hay chaquetas en las que un botón no es solo un detalle funcional, sino parte de su valor. Piensa en esas piezas vintage heredadas o en las chaquetas de firmas de lujo, donde los botones metálicos, de joya o con relieves especiales, son tan complicados de reemplazar si se pierden. En estos casos, el botón extra es un auténtico salvavidas que puede mantener la prenda impecable durante años y evitar que se desvalore en una futura venta de segunda mano.
Nuestras abuelas lo sabían: un simple botón podía salvar una prenda. Lo comprobábamos con todos los que guardaban en aquellas cajas (aquellas de latón destinadas antes a las galletas de mantequilla), que nos recuerdan que cuidar es tan importante como estrenar.