Cuando pienso en el color rojo en materia de estilo, inconscientemente vienen a mi mente imágenes alternadas de mujeres que han marcado una época en la historia del cine. Es inevitable, la mujer y el rojo siempre han ido de la mano y más en los entornos de la moda y el cine como símbolos de sensualidad, poderío y fuerza. Pienso en la dulce Audrey bajando las escaleras del Louvre en Funny Face con aquel espectacular vestido de noche de Givenchy; en una descarada Escarlata O’Hara en Lo que el viento se llevó; Julia Roberts en Pretty Woman, y la seductora Catherine Zeta-Jones de Crueldad Intolerable.
Todas ellas, de una forma u otra, representan mujeres con una personalidad arrolladora. Mujeres fuertes, con carácter, inolvidables. Y que toman las riendas de su destino. La presencia de un vestido rojo en todas ellas no es algo dejado al azar, sino que, una vez más, la moda se utiliza como arma de expresión. Es un símbolo de la transformación que viven.
El rojo es un color que irradia personalidad, y siempre ha estado cargado de connotaciones que hemos de tener en cuenta si queremos que pase a formar parte de nuestros estilismos. Es, además, un color que nos favorece a todas las mujeres, ya seamos rubias o morenas. Y, sin embargo, no todas nos atrevemos a llevarlo. ¿Por qué? Tal vez porque es un color que siempre se ha asociado con la seducción, porque es demasiado atrevido, o porque inevitablemente llamaremos la atención cuando lo llevamos puesto. Para resolver estas incógnitas, recurrimos a la visión experta de Elena García (@elena_garcia_marin), consultora de imagen personal.
"Sin duda el rojo es un color que nos expone ante los demás, simboliza una personalidad que no teme ser vista", asegura la experta, y añade que es el color del liderazgo, "proyecta decisión, seguridad, empoderamiento. Las mujeres que lo utilizan en sus looks son aquellas que están satisfechas y seguras con su imagen, y quieren proyectarlo".
Elena reivindica que, a la hora de vestir este color, es importante que la personalidad y el color estén alineadas, que haya una coherencia entre el color, quien lo viste, y la imagen que queramos proyectar. Es un color tan poderoso y con tanta fuerza que la actitud y la seguridad de la persona han de acompañarle: "Si lo usas en tu look, pero te escondes, el mensaje no es coherente, el rojo necesita actitud". No obstante, la experta en imagen personal defiende que a la hora de usar un color, "lo más importante no es la colorimetría, sino la seguridad con la que te sientas al vestirlo".
En todas sus versiones, el rojo es un color que deja huella, es el principal protagonista, pero dependiendo de los tejidos y las formas, pueden proyectar diferentes imágenes: "puede representar sensualidad si se lleva en tejidos fluidos o siluetas ajustadas, mientras que si se utiliza en un traje o en líneas estructuradas, puede transmitir autoridad, y elegancia si se combina con tonos neutros o acabados sobrios".
Manual de uso del color rojo, en palabras de nuestra experta
- Cómo empezar a introducirlo en nuestros estilismos: "Empieza metiéndolo con pequeños toques: unos labios rojos, unos zapatos, un bolso, o un pañuelo", nos recomienda Elena, para ir poco a poco perdiéndole el miedo al color. Llevarlo sin sentirnos demasiado expuestas.
- En qué situaciones vestir de rojo: En eventos especiales donde te sientas a gusto como una boda o una cena con amigas.
- Los errores más comunes al vestir de rojo: sobrecargar el look con demasiados elementos llamativos. El rojo ya es de por sí protagonista, si lo sobrecargamos puede generar ruido visual.
Para poner el broche de oro, nuestra experta nos hace una recomendación de outfit donde combina el color rojo con sencillez y elegancia. "No me puede gustar más la combinación de rojo con vaquero y color beige. En mi caso, el rojo no es uno de mis colores de confianza, así que suelo añadirlos a modo de complementos. Consigo darle un toque diferente y atrevido".