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Hay veranos que parecen escritos por Fitzgerald y otros que se filtran, foto a foto, a través del algoritmo. El de Taylor Swift pertenece a ambas categorías. Porque si alguien puede convertir unas vacaciones con su novio (jugador de fútbol americano) en una sucesión de fotogramas dignos de una comedia romántica es ella. Taylor, la narradora definitiva de esta era pop, lleva años hilando relaciones públicas y privadas como quien compone baladas con triple sentido. Y ahora, de la mano de Travis Kelce, parece haber encontrado algo más que un estribillo pegadizo: ha encontrado ritmo.
© @killatravEn sus escapadas recientes, la cantante ha sabido adaptar su vestuario a cada ocasión, firmando estilismos que orbitan entre el preppy y el effortless chic con toque vintage. Cada look parece una estrofa: crop tops blancos que evocan la inocencia de sus inicios country, faldas con bordados y minivestidos blancos que parecen sacados de una portada de Teen Vogue del 2003.
© @killatravPero no se trata solo de moda. Lo de Taylor y Travis es también una declaración estilística de intenciones. Ella, la artista que ha conquistado estadios, alfombras rojas y playlists de medio planeta, ha encontrado en este romance la excusa perfecta para mostrarse más desenfadada, más viva, más veraniega. Como si este fuera su Reputation (summer edition) pero con menos drama.
© @killatravNo es solo que Taylor esté enamorada, es que su armario también lo está. Desde que inició su relación con Travis Kelce, su estilo ha adquirido un nuevo aire que podríamos llamar "stadium-chic meets breezy romance". Y él, por su parte, ha suavizado su habitual estética de estrella de la NFL. Juntos forman un dúo con química de editorial: como una reedición contemporánea de Carolyn Bessette y JFK Jr., si en vez de taxis amarillos y brunch en el Upper East Side, los pilláramos bajando de un yate o de un jet privado en Lake Como.
© @killatravCuando comenzaron a salir, Travis confesó en su podcast que había intentado conocer a Taylor en uno de sus conciertos del Eras Tour con una pulsera de la amistad en la mano y su número de teléfono. Puede que el gesto pareciera ingenuo, pero acabó funcionando. Y es que si algo nos ha enseñado Swift en sus letras, es que las mejores historias de amor empiezan con pequeños detalles que podrían parecer ridículos en retrospectiva, pero que tienen el poder de cambiarlo todo.
© GC ImagesLos looks de Taylor y Travis ya han sido diseccionados por analistas de tendencias en TikTok, contados por las revistas, convertidos en tableros de Pinterest y, más importante aún, imitados en Zara. Ella recupera piezas que podrían haber estado colgadas en el armario de Ali MacGraw en los 70; él apuesta por conjuntos coordinados, collares de perlas y gorras.
© The Image Direct/The Grosby GroupEn una era donde las celebrities se camuflan en chándales oscuros y gafas de sol XXL para evitar ser vistas, Taylor Swift y Travis Kelce han decidido salir al mundo vestidos como si supieran que están siendo observados... y como si les diera exactamente igual.
