Cada verano hay una prenda que, sin ser la más viral ni la más predecible, consigue destacar por su versatilidad y su capacidad de adaptarse a distintos estilos. Son esas piezas, como las bermudas o las faldas blancas con vuelo, que merece la pena tener en el armario precisamente porque funcionan en diferentes situaciones y que además conectan con las microtendencias que más están creciendo en las colecciones de las firmas españolas.
Esta semana, Rocío Osorno ha encontrado uno de esos diseños en Zara. Se trata de un vestido largo y negro con tirantes finos, que si bien a primera vista recuerda a las clásicas siluetas lenceras, en realidad tiene un detalle que lo hace muy especial.
Y es que se trata de un modelo que combina crochet en tono crudo y tejido de gasa, dos materiales que al fusionarse aportan contraste y sofisticación. El escote recto y la espalda ajustada con cordones, le dan un aire sensual sin caer en el exceso, y lo convierten en una opción estilosa pero cómoda para cualquier plan de verano.
"Nunca pensé que la gasa con el crochet combinara tan bien", ha admitido la andaluza mientras se probaba este hallazgo de Zara. "Es un vestidazo donde los haya". Lo interesante es cómo Rocío lo ha llevado en dos registros opuestos. Una misma prenda con la que ha logrado un look de día y otro de noche, confirmando lo que las editoras de moda ya sabemos: el poder reside en los accesorios.
La mala noticia es que este vestido combinado acaba de colgar la etiqueta de 'agotado' en la web de Zara. ¿La buena? Parece que la marca está apostando esta temporada por este tipo de diseños que fusionan dos materiales, por lo que tenemos otras alternativas igual de interesantes para estrenar de aquí a septiembre.