Un viaje entre la nostalgia y la anticipación, así es la colección de Alta Costura Otoño/Invierno 2026 de Schiaparelli. Inspirada en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, cuando su fundadora, Elsa Schiaparelli, abandonó París rumbo a Nueva York, la propuesta rinde homenaje a un periodo en el que la moda, el arte y la vida se encontraban al borde del abismo. Como explica la firma, está dedicada al “ocaso de la elegancia y al fin del mundo tal y como lo conocíamos”.
Daniel Roseberry, director creativo de la maison, ha concebido toda la línea en blanco y negro, sin artificios ni color, con una pregunta de fondo: “Si eliminamos el color y las marcas modernas, ¿podemos crear algo que parezca nacido en el futuro?”. Lejos de los códigos habituales del modernismo o la tecnología, propone un mundo posfuturo, esencial y conceptual. “Un mundo sin pantallas, sin inteligencia artificial, sin tecnología. Quizá sea un mundo antiguo, pero también posfuturista”, afirma.
¡Las siluetas también evolucionan! Por ejemplo, desaparecen los corsés tradicionales y se introducen nuevas formas de dramatismo en la cintura y las caderas, trabajadas con técnicas inesperadas. Además, se reinterpretan los códigos históricos de la casa (como el ojo, los elementos anatómicos o los bordados artesanales) de forma sutil y simbólica, con tejidos como lana de Donegal o satenes tornasolados.
El desfile incluyó piezas de fantasía como una capa cubierta de estrellas metálicas, vestidos con iris bordados en resina, chaquetas con perlas barrocas o motivos inspirados en los trajes de luces. Todo con un enfoque profundamente artesanal y con una intención clara: “mirar al pasado solo tiene sentido si nos ayuda a encontrar algo nuevo que aportar al futuro”.
Schiaparelli: desfile de la colección de Alta Costura Otoño/Invierno 2026 en París