Después de mucho hacerse de rogar, el verano ya está aquí. Y, con él, los reencuentros, los domingos de paella y sobremesa, las tardes de bar y las verbenas nocturnas en las que acabas bailando con desconocidos, el olor a campo, a crema, a barbacoa, a mar; Ese sorbo en copa fría, las fiestas del pueblo con orquesta y charanga, los helados a deshoras en el chiringuito o las reuniones familiares que desencadenan encendidos debates y no parecen tener punto de encuentro… O sí. Porque basta con descorchar esa botella tan nuestra, de alma española, auténtica y vibrante para recordarnos que lo único que importa es celebrar el hoy . Compartir anécdotas que quedarán para el recuerdo, que marcarán ese verano al que algún día aludiremos como el verano de nuestras vidas, y, si dentro de ellas podemos hacernos con el papel del mejor anfitrión, mejor que mejor.
Se acabó medir el verano en grados. Se acabó necesitar excusas para brindar. Es tiempo de improvisar, de disfrutar en mayúsculas, de escribir nuestra historia y festejar lo que somos. Por ello, y porque queremos que te conviertas en el anfitrión número uno sin complicarte la vida, hemos preparado una guía rápida con 5 consejos para cualquier ocasión que se tercie bajo tu techo.
1. La perfección está sobrevalorada: elige la emoción
La buena anfitrionía nace del corazón, no del protocolo. Relájate, relativiza y olvídate de tener la vajilla impecable o de pormenores sin más importancia. Que corra el aire, la buena conversación… Y el brindis. Es ese el momento ideal para celebrar lo que somos con esa botella de whisky DYC que soñabas con saborear con los tuyos desde hace tiempo, ese clásico de fondo de armario perfecto para la copa de después de comer.
2. La clave está en los detalles
Servilletas de papel con gracia, vasos desparejados pero con historia, el mantel heredado de tu abuela al que tienes tanto cariño… Lo que cuenta es la autenticidad. Como si de una celebración de pueblo se tratara, todo el mundo es bienvenido al disfrute ya alzar la copa.
3. Refrescos, mucho hielo y algo con carácter
Ten siempre bebida fría para todos los gustos: prepara un combinado con DYC nunca falla y dice mucho de nosotros, de nuestra tierra y de los valores que nos definen. Un sabor también puede ser un recuerdo y, ¿qué mejor que esa copa con hielo y limón? Fundado por Nicomedes García en 1959, DYC es fiel reflejo de la calidad española y debe su sabor afrutado y robusto a su doble destilación y su calidad a los ingredientes, como el cereal de km0. La altitud también juega un importante papel a la hora de transferir los matices de la madera al líquido durante el proceso de envejecimiento, pues su destilería es una de las más altas del mundo, ubicada a 1.036 metros. ¡Ya estamos salivando!
4. Música, iluminación y buena conversación.
Ya sea en el bar de toda la vida o en casa, es innegable que en una buena fiesta o celebración que se precie no pueden faltar dos cosas: esa lista de clásicos del pop español mítica de cada verano y DYC, ambas, para todos los gustos. Así que, decora tu terraza con unas pequeñas bombillas de feria y deja que la conversación fluya con los tuyos. Sin reloj, sin límites. Es ahí cuando empieza lo mejor, cuando es irremediable ver el vaso medio lleno .
5. Crea rituales propios y brindis con tus amigos
Un brindis que dé comienzo a la velada y otro al poner el broche, el postre que siempre te piden que prepara, la broma que no te cansas de escuchar una y otra vez, una ronda de anécdotas al atardecer… Lo importante es tradiciones crear que podéis repetir. Y brindarles por ellas con DYC. Porque 65 años de historia no se logran por casualidad.