Con más de 630.000 seguidores en Instagram, Natalia Cebrián se ha consolidado como una de las creadoras de contenido más influyentes en el universo de la moda. Estilista, asesora de imagen y autora del libro No tengo nada que ponerme, su perfil es una fuente de inspiración constante para quienes buscan ideas de looks de invitada y consejos de estilo con una estética muy cuidada. En un momento en el que el fast fashion sigue marcando el ritmo, defiende un enfoque más consciente, personal y duradero. Hablamos con ella sobre cómo encontrar tu sello personal, sus trucos para acertar con el look de invitada y su evolución tras una década en las redes sociales.
¿Cómo definirías tu estilo personal en este momento? ¿Ha cambiado mucho desde que empezaste en redes?
Ha evolucionado mucho a lo largo de los años, como creo que debería ser. Cuando empecé a compartir mis looks en Instagram, ni siquiera existían los stories. Abrí mi perfil cuando me mudé a Londres para estudiar en Central Saint Martins, una etapa de libertad total en la que pude experimentar (aunque mi estilo no pasaba por su mejor momento). Ahora, después de vivir en primera persona todo el método que he plasmado en el libro, tengo claro qué me favorece, qué me funciona y cómo equilibrar prendas atemporales con tendencias que me divierten. Eso, para mí, es haber encontrado mi estilo.
¿Tienes algún referente de estilo que te inspire especialmente? ¿Alguien que siempre tengas en el radar?
No tengo referentes, sino mujeres que me inspiran y adoro tanto por sus carreras como por su forma de vestir. Como por ejemplo Sabine Getty, Lauren Santo Domingo o la mismísima Aerin Lauder. Aunque debo admitir que me encantan los looks de Oscar de la Renta que suele llevar Nicky Hilton o el estilo minimalista de Rosie Huntington.
¿Hay alguna prenda o accesorio que consideres “tu uniforme”? Eso que nunca falla en tus looks
¡Los uniformes! Es un tema del que me gusta mucho hablar. En verano no me puede faltar un bonito vestido de lino y en invierno, unos vaqueros, un jersey de cashmere y una blazer, ¡no falla!
¿Cuándo te sientes más tú con un look?
Desde que empecé, nunca he trabajado con estilistas, siempre soy yo la que miro lookbooks y voy a showrooms. Me gusta decidir y, como creadora de contenido de moda, creo que es algo que me toca hacer. Así que, independientemente de si es un look para el día a día o por una alfombra roja, me siento yo cuando he podido elegir y probar, ¡aunque suponga más trabajo! Sé perfectamente cuando algo me encaja y puede funcionar; no es nada en concreto, sino más una cuestión de feeling.
¿Qué tres prendas consideras imprescindibles en un buen armario de verano?
No me gusta la teoría del armario cápsula porque cada mujer es un mundo. Con mis seguidores comparto una técnica para que tú misma puedas crear tu propio armario básico en función de tus necesidades y estilo de vida. En mi caso, me encanta un buen par de jeans, una camisa blanca de algodón estructurada y, con el calor, unas sandalias.
¿Cómo creas tus looks cuando el calor aprieta? ¿Qué trucos usas para no renunciar al estilo ni a la comodidad?
En las redes sociales comparto muchos trucos porque en Madrid, cuando llega el calor, es difícil decidir. Para mí, lo más importante son los tejidos: mejor fluidos y ligeros como el lino. Además, en verano me gusta ir cómoda (generalmente plana) y jugar mucho con los accesorios: diademas, sombreros, gafas de sol o pañuelos.
¿Qué colores crees que más favorecen y más se llevan en esta temporada de sol?
Como hemos visto en todas partes, el color en tendencia es el amarillo mantequilla. Sin embargo, a las rubias como yo con piel clara no nos favorece hasta que estamos más bronceadas. Por eso es importante conocer tu colorimetría.
¿Y qué tipo de siluetas, cortes o combinaciones te funcionan más en verano?
Me encantan los vestidos midi de lino, estampados o lisos, y con muchos accesorios, son una opción rápida, fácil y cómoda. En verano evito prendas muy apretadas o ceñidas, pero como buena reloj de arena me gusta definir mis curvas. La morfología era un capítulo que tampoco podía faltar en el libro para conocer tu silueta y poder sacarle el mayor partido.
Eres un referente en looks de invitada. ¿Cuáles son tus claves para acertar siempre?
¡Muchas gracias! ¡Qué cumplido! La verdad es que me planteo los looks de invitada casi como los de alfombra porque sé que les encantan a mis seguidoras. Me gusta hablar de protocolo, pero también compartir trucos, como por ejemplo conocer el espacio (para no llevar tacón de aguja si hay césped), comprobar el tiempo, etc. Además, en estas ocasiones me gusta apostar por marcas españolas para dar visibilidad y proponer opciones asequibles.
¿Tienes algún truco para adaptar un mismo estilismo a una boda de día y de noche sin tener que comprar dos cosas diferentes?
Sin duda, la clave son los accesorios y tener en cuenta que por la noche podemos arriesgar más con tejidos como lentejuelas o brillos, así como transparencias. Y en el día apostar por complementos como pamelas o tocados.
¿Crees que se puede ser la invitada ideal sin gastarse una fortuna? ¿Dónde invertir y dónde ahorrar?
Sí, sin duda. Además, hoy en día existen muchas posibilidades para alquilar desde el vestido hasta el tocado. ¡Y me parece muy buena idea! En mi caso, suelo llevar looks cedidos a las red carpets porque los utilizo una vez y no puedo volver a repetir. Creo que las bodas existe esa misma presión, así que alquilarlo me parece la mejor forma de cambiar. Aunque hay accesorios como los zapatos en los que sí merece la pena invertir. En cambio, en los bolsos de mano (en los que no debe aparecer ningún logo) no me gusta gastar tanto, cualquier clutch mono me parece un buen complemento.
¿Qué tejidos evitarías en verano? ¿Y cómo sería tu look de invitada perfecto para esta temporada?
En verano busco comodidad sin renunciar al estilo. Evito prendas ceñidas, pero me gusta definir la silueta. Los vestidos midi de lino, estampados o lisos, con accesorios especiales, siempre funcionan. De hecho, en unas semanas tengo la boda de una de mis mejores amigas y diseñé mi look para la ocasión: un vestido estampado azul y blanco con falda de volantes y escote cruzado, accesorios dorados y el pelo recogido para no pasar calor. ¡Muy pronto podréis verlo!
¿Qué consejos prácticos puedes darnos para conseguir un armario ordenado, funcional y estiloso?
Una de las principales reglas es que "si no lo ves, no existe" por eso es tan importante el orden. Para mí, es mejor calidad que cantidad. Es algo que aprendes con el tiempo. Así que, tener un armario ordenando no solo te ahorra tiempo, sino también dinero.
¿Qué trucos te funcionan a la hora de comprar con cabeza? ¿Tienes alguna regla personal para evitar acumular ropa que no usas?
En el libro hablo mucho sobre cómo comprar de forma más consciente, porque en el pasado también caí en compras compulsivas. Ahora tengo algunos trucos que me funcionan: hacer una wishlist con todo lo que me compraría por impulso y dejar pasar una semana. Si ni me acuerdo de esa prenda, es que no merecía la pena.
También hago cambios de armario por temporada y si hay algo que no me cabe, está en mal estado o no me he puesto en todo el año, lo dono. Como me dijo una amiga: hay que dejar ir para que lleguen cosas mejores. Con el tiempo he aprendido a invertir solo en bolsos y zapatos, y en cuanto a ropa doy prioridad a marcas españolas, piezas de calidad y básicos duraderos. El fast fashion solo lo reservo para prendas muy concretas.
Muchas chicas aún no han encontrado su estilo propio. ¿Qué les recomendarías para empezar ese camino?
¡Qué lean el libro! Porque no solo hablamos de técnicas y herramientas de asesoría de imagen como visagismo, morfología o colorimetría. Si no que empezamos por lo más profundo: autoconocerse. Porque de nada sirve trabajar el exterior si no conoces tu interior. Eso es algo que aprendí cuando empecé como asesora de imagen: las inseguridades iban más allá de lo estético. Por eso me formé como coach. No se trata solo encontrar tu estilo, sino de encontrar a ti misma y defenderlo.
¿Cuál es el mejor consejo de moda que te han dado nunca?
¡Sé tú misma! Es un cliché, pero muchas veces han intentado cambiarme o vestirme con looks que no eran mi estilo y... ¡No hay nada peor! Porque en el fondo no se trata de la ropa sino de la actitud: si estás segura con el look puedes defenderlo, pero si te disfrazas de alguien o algo que no eres, eso se nota. Así que, aunque tengo un estilo definido e incluso predecible (según algunos) a mí no me importa, me gusta tal y como es.
¿Y el error estilístico del que más has aprendido?
Justamente escuchar la opinión de los demás y no saber decir que no por complacer al resto. Y, eso, en una alfombra roja frente a fotógrafos es un error garrafal porque se nota y aparecen las inseguridades y los nervios. Así que, ante un photocall o ante la vida, lo importante es ser uno mismo.
¿Qué podemos encontrar en tu nuevo libro, ‘No tengo nada que ponerme’?
Es un libro estéticamente muy bonito, pero también una guía: el resumen de más de 10 años de contenido en redes. Un método que incluye desde coaching hasta protocolo y asesoría de imagen. Es muy fácil de leer e interactivo (tiene códigos QR que redirigen a vídeos). Es ese libro al que siempre puedes recurrir siempre que tengas dudas y con el que puedes volver a empezar siempre que quieras porque de eso trata el estilo.
Si solo pudieras dar una recomendación a alguien que quiere vestirse bien, sentirse segura y expresar su personalidad a través de la ropa, ¿cuál sería?
Siempre digo que la ropa es una herramienta que debe trabajar para nosotros y no, al revés. Así que piensa en la ropa como tu carta de presentación, porque la gente tarda 30 segundos en tener una primera impresión de alguien solo por su apariencia. Así que... ¡Utilízala a tu favor!