Nuestra protagonista del día, María Azpilicueta, nos cuenta que para la boda de sus amigos Alicia y Jorge celebrada en la isla de Mallorca, quería algo romántico y con carácter, una propuesta veraniega que dialogara con el entorno tan especial de la finca, situada en plena Serra de Tramuntana. Tras una larga búsqueda, por fin dio con el look de invitada made in Spain que le ha posicionado como una de las chicas más inspiradoras de la temporada: un vestido estampado con escote halter.
Se trata de un diseño multicolor con estampado de flores tropical, cuerpo drapeado y falda larga cuajada de volantes en tonos rosas pastel y azul clarito. Este modelo, conocido como Boreal, pertenece a la colección de la marca Coosy y además, ¡está rebajado! (290 249 euros). “Lo que me conquistó fue el escote halter con detalles de conchas. Me pareció perfecto para una boda mediterránea”, explica sobre la elección que hoy ocupa nuestras líneas.
Lejos de los tocados y las pamelas de rafia, que tantas invitadas españolas han lucido este año colándose en nuestras páginas, María optó por la sencillez. El vestido era suficiente. Como complementos, eligió unos pendientes y un brazalete plateados, un bolso tipo sobre en satén marrón que parece vintage y unas sandalias de tacón con plataforma en color nude de la firma Pedro Miralles que reutilizará en futuras bodas, independientemente de la época del año.
En cuanto al beauty look, María quería encontrar el equilibrio con el conjunto y prefirió lucir un aspecto más natural con su larga melena con ondas suaves y un maquillaje luminoso apto para sobrevivir a las altas temperaturas del lugar, aunque se ayudó de un parasol de inspiración asiática para protegerse del sol durante la celebración dejándonos estas maravillosas imágenes que se han hecho virales en las redes sociales.
Nos cuenta que curiosamente conoció a la novia, Alicia, el verano pasado en Bali, "estuve allí viviendo una etapa muy creativa, explorando la moda desde distintas culturas en cuatro continentes, y ella resultó ser también familia mía. Alicia es diseñadora de interiores y su sensibilidad estética se notó en cada rincón: fue una boda íntima, elegante y muy emocionante. Un entorno así pedía un look con alma”, recuerda.