Cuando tu hermana se casa, el look de invitada tiene que estar a la altura del gran día. Algo que nuestra protagonista, Sofía Arreciado, tuvo muy en cuenta cuando se puso manos a la obra para dar con la elección perfecta con vestido rosa de Simorra. "Al principio pensé en hacerme un diseño a medida, pero no sé mucho del mundo de telas y patrones, me daba miedo invertir mis esperanzas en ello y que se truncara", una incertidumbre que yo misma viví mientras preparaba mi conjunto para una boda en Lisboa.
Nos cuenta que durante la temporada de invierno estuvo en México, y sentía que al volver a España tampoco iba a tener tiempo suficiente para hacerse algo a medida. "Decidí buscar un vestido que fuera muy especial y a la vez no estuviese muy visto; eso me limitaba mucho", explica. Por más que buscaba y rastreaba online nos asegura que solo veía opciones que le parecían demasiado típicas, que eran virales y que no encajaban con su personalidad. "El tiempo se me estaba echando encima, me estaba entrando ansiedad de no encontrar uno que encajara", confiesa.
Un mes antes de la boda, fue a pasar el día a Sevilla para ir a la inauguración de la exposición de la galería Mondo, de su amiga Angela Solis, y jamás habría imaginado que perder en tren de vuelta le ayudaría a encontrar su look soñado. "Mi tía me ofreció dar un paseo e ir de tiendas por si podríamos encontrar algo. No tenía muchas esperanzas porque en Sevilla no hay tanta variedad como en Madrid; me seguía asustando acabar comprando un vestido que ya había visto todo el mundo y que solo iba a cumplir con las normas de vestimenta".
"Después de probar opciones toda la mañana, entramos en el atelier de Simorra. Fui su fotógrafa en el último desfile, quería cotillear lo que tenían en tienda porque nunca me había probado sus creaciones". Allí encontró el modelo que hoy ocupa nuestras líneas: un vestido rosa de cintura baja y falda plisada.
"Mi tía estuvo muy lista porque preguntó cuántos había en tiendas físicas y online, nos dijeron que prácticamente no quedaban, las dos últimas unidades estaban en esa tienda de Sevilla, y una era la que me estaba probando, así que me lo llevé inmediatamente encantada con mi hallazgo. A mi hermana y a mi madre les encantó. Cuando llegué a casa lo adorné con una pamela de rafia en el mismo tono que tenía mi hermana, un collar de diamantes familiar y unos pendientes de perlas y brillantes de mi madre". Así logró convertirse en una de las invitadas anónimas más inspiradoras de la temporada, ¡nos encanta!