La camiseta blanca (o negra, o gris) que tienes en tu armario (esa que creías reservada para el fin de semana) también puede ser tu mejor aliada para ir a la oficina. En FASHION lo sabemos bien, porque forma parte de nuestros uniformes diarios: cómoda, versátil y con infinitas alternativas para combinarla. ¡Es más fácil de lo que imaginas! Desde un pantalón de traje ligero hasta el broche vintage que eleva todos los looks, queremos desvelarte 8 trucos que usamos las editoras de moda para convertir una prenda básica de toda la vida en el punto de partida de un look pulido y profesional.

Al estilo 'Working Girl', Amalia Gutiérrez
La camiseta blanca es un básico perfecto para la vida en general y para ir a la oficina en particular. Incluso ahora, en verano, podemos intercambiarla por el tank top que es súper tendencia debido a la fuerte influencia de los 2000. Me gusta combinarla con un pantalón de traje y una chaqueta sastre, pues ambos imprimen ese carácter Working Girl, y añadir un cinturón negro de corte un poco masculino con hebilla metálica. Otra opción perfecta es llevarla con un vaquero baggy si quieres darle un aire más casual a tu look.

Con falda satinada, Lucía Hernández
Las camisetas blancas son un clásico del fondo de armario, y en el mío las encontrarás de todo tipo: oversize, sin mangas, slim... Este verano, hay una fórmula de estilo que me ha conquistado: combinar la camiseta blanca con una falda midi satinada. ¿El motivo? El tejido en sí de la falda, por su brillo y ligereza, ya eleva el look sin necesidad de recurrir a demasiados accesorios. Un buen bolso y unas sencillas sandalias o alpargatas -con tacón, si buscas un resultado más sofisticado- pondrán el broche de oro a este estilismo.

Con vaqueros y su toque sofisticado, Mariana Torres
El tándem de camiseta básica y vaqueros es atemporal, unisex y tan versátil que te abre las puertas a un universo de posibilidades en el terreno de los complementos. Aunque haya quienes opinen (erróneamente) que no es un conjunto apropiado para la oficina, yo seguiré llevándolo a la redacción. Eso sí, lo combino con accesorios más femeninos para contrarrestar ese aspecto casual: unas merceditas en un color potente o unos maxipendientes con pedrería pueden ser tus grandes aliados.

Con una falda midi con vuelo, Amalia Quiroga
La camiseta básica blanca es un imprescindible en mi uniforme diario. Para adaptarla al entorno de oficina sin perder estilo, suelo combinarla con una falda midi con vuelo. ¿El truco? Elegir cualquier color o estampado: ¡todos funcionan! Remataría el look con unas sandalias planas o bailarinas, según el día. Lo mejor de las camisetas blancas es su versatilidad: con solo cambiar la falda por una de lentejuelas plateadas, puedes transformar el conjunto en un look perfecto para la noche.

Con accesorios dorados, Regina Navarro
Me encantan las camisetas blancas lisas y, aunque las llevo todo el año, me salvan de más de un apuro en verano. Mi truco para que, combinadas con pantalones o faldas parezcan un poco más arregladas, el look quede sofisticado, es mezclarlas con accesorios dorados de tamaño XL: pendientes, collares, anillos... De ese modo, aunque el estilismo de base sea sencillo, el resultado es especial.


Con pantalones sastre (e incluso bermudas), Lucía Pandiella
Una camiseta básica es perfecta para llevar con un traje al completo, unos pantalones de pinzas o unas bermudas del mismo estilo, sobre todo ahora que llega el verano. Es tan sencillo como añadirle unas sandalias de tacón sensato, unos pendientes que nos den un punto de luz al rostro y algún colgante que recaiga ligeramente sobre la camiseta. Una opción muy versátil que no solo permite un montón de combinaciones, también llevarla más allá de la oficina.

Mi secreto estrella: añadir un chaleco largo, María Palma
Soy de las que piensan que la teoría del “menos es más” es el secreto para vestir bien sin complicarte demasiado en cualquier época del año. Y tras haber encontrado mi camiseta blanca perfecta, ni demasiado ceñida ni demasiado holgada, me encanta combinarla con vaqueros rectos y wide leg y unas sandalias de tacón fino, ¡encaja para cualquier plan! Cuando quiero ir sencilla, pero con un toque más estiloso, recurro a los chalecos largos cargados de personalidad, ¡me fascina el resultado y aporta un toque diferente!

Con un broche especial, Cristina González
La camiseta blanca es un básico que, junto a los vaqueros, suelo repetir prácticamente cada semana. A la hora de crear un conjunto para la oficina, me gusta combinarla con unos pantalones de traje oscuros o unos jeans flare estampados. ¿Mi truco para que no resulte aburrido? Añadir un broche a la camiseta, ya sea sobre la parte superior o frunciendo un lateral de la prenda y fijándolo, para transformarla así en una silueta asimétrica. Estas pequeñas joyas, que tengo con detalles metalizados o en forma de flor como los que lucía Carrie Bradshaw, permiten añadir un toque diferente a piezas sencillas.