En la prehistoria de Instagram, Kylie Jenner marcaba la pauta para todas las adolescentes, entre las que me incluyo, pero mucho ha llovido desde entonces. Hace 15 años, la menor de las Kardashian abogaba por la ropa ajustada, los escotes de vértigo y los bikinis microscópicos. Eso ha quedado atrás, y su nueva imagen minimalista, en la que tiene una presencia importante el color negro, ha tomado a todos por sorpresa. ¿Está intentando decirnos algo?
Por qué Kylie Jenner viste tanto de negro: un estilista de 'celebrities' lo explica
Hemos consultado con David Rivas, quien actualmente es estilista de Victoria de Marichalar y Dulceida, y anteriormente trabajó también con la influencer Lola Lolita, para averiguar qué se esconde detrás de la transformación de Kylie: "Se nota una influencia fuerte del quiet luxury, pero con el punto de sensualidad que siempre ha marcado su imagen. Minimalista, sexy y sofisticado. Su estilo actual se basa en prendas negras, siluetas limpias y tejidos con cuerpo".
La psicología del color plantea que vestir de color negro es una manera de transmitir más elegancia, al tratarse de un color neutro. En la misma línea, puede usarse para dar sensación de autoridad, seriedad o profesionalismo. Esto refuerza nuestra hipótesis de que busca dar un cambio rotundo a su imagen, sobre todo si tomamos en cuenta que los tonos oscuros actúan de barrera emocional para evitar ser percibidos o juzgados.
Kylie Jenner está desvinculándose poco a poco del estilo que la catapultó a la fama, pues este rara vez se asocia con la discreción de las antiguas casas de costura. David pone el foco sobre una posible razón: "Antes todo era más llamativo y explícito. Ahora transmite otra cosa: hay más contención, más equilibrio. Da la sensación de que quiere entrar en otro circuito, más vinculado al lujo silencioso, donde encajan mejor firmas de perfil más alto. Puede estar relacionado con una etapa más madura a nivel personal o con un cambio de enfoque en cómo quiere ser percibida".
Su cambio radical en 10 años
Las elecciones de estilo y maquillaje de Kylie influyeron de forma decisiva en toda una generación, especialmente cuando, en 2015, la hermana menor de las Kardashian lanzó una colección de labiales y delineadores de acabado mate, cuya intención era recrear el impresionante volumen de sus labios.
Unos labios envidiados por chicas de todo el mundo porque, por aquel entonces, ella insistía en que era un efecto natural de sus productos. Esta línea de belleza fue el germen de Kylie Cosmetics, que se convertiría en un imperio valorado en miles de millones de euros, nacido solo del deseo que tantas teníamos de vernos exactamente como ella.
Esos pechos, sus curvas, la melenaza con extensiones... El maximalismo estético de la empresaria marcó un instante en la moda para quienes éramos adolescentes en la década pasada, aunque la cúpula del lujo se empeñe en negarlo. Con 27 años, está demostrando que se equivocaban cuando decían que solo había lugar en la industria para su hermana Kendall.
"Cada look parece medido al detalle. Ejemplo de ello es su presencia en espacios donde antes resultaba impensable, como el desfile Primavera/Verano 2025 Alta Costura de Chanel". Allí compartió primera fila con Carlota Casiraghi, entre otras refinadas amigas de la firma que se caracteriza por su sofisticación femenina.
¿Tiene algo que ver Timothée Chalamet en todo esto?
Es cierto que, en 2023, el actor -con quien Kylie mantiene una relación desde hace dos años- fue nombrado embajador del perfume Bleu de Chanel, para el que rodó un anuncio bajo las órdenes de Scorsese. A pesar de que la marca no tiene una rama de moda masculina, se le ha visto muchas veces en público luciendo bolsos adornados con la mítica doble 'C'. No obstante, nosotras sabemos que, antes de hacerse público su noviazgo, ella ya tenía todas las cartas en su baraja para adentrarse en estos nuevos círculos.
David apunta: "El entorno siempre suma, y él tiene una estética mucho más artística, menos ostentosa. Es fácil que eso le haya afectado a la hora de proyectar una imagen más sencilla y cuidada. Pero creo que ella ya estaba en ese proceso. Aun así, venía dando pistas de esta transformación antes de que se hiciera pública su relación".
De Chanel a Schiaparelli: las firmas de lujo la adoran
En definitiva, Kylie está en el punto de mira de los grandes conglomerados del lujo, que no solo la invitan a los desfiles de sus firmas, sino que se ofrecen a vestirla para las alfombras rojas; hasta le ceden prendas de archivo, a las que únicamente suelen tener acceso las musas de los grandes diseñadores. Mugler, Schiaparelli, Chanel o John Galliano son apenas 4 de los muchos nombres conocidos que han entrado recientemente a su vestidor de gala.
El veredicto es tajante: "Kylie siempre ha generado interés, pero ahora se percibe como una figura más controlada a nivel estético y más coherente con el tipo de imagen que buscan muchas firmas de lujo. Que haya aparecido en desfiles como el de Chanel demuestra que su imagen está en un lugar distinto al de hace unos años, en un lugar que encaja mucho mejor con el imaginario de estas marcas".
A día de hoy, en el armario de Kylie solo existe lugar para los vestidos de flores, las bailarinas planas, camisetas básicas y, sobre todo, vestidos y conjuntos negros. Se aleja del derroche visual: nada de estampados llamativos, transparencias extremas o piezas que gritan: "¡Mírame!”.
Ha abrazado el poder del “menos es más”, también por cuestiones estratégicas. Su imperio de belleza ha entrado en una nueva fase que acompaña a la perfección esta evolución de su marca personal.