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El desfile Crucero 2026 de Dior, celebrado en los jardines de Villa Albani Torlonia de Roma, fue una emotiva carta de amor de Maria Grazia Chiuri a su ciudad natal. La diseñadora aludió al cine clásico italiano y a los bailes de disfraces históricos, que fueron importantes influencias para el despertar artístico de la capital en el siglo XX. A la presentación, que gozó de la presencia de Beatrice Borromeo, Victoria de Marichalar y más embajadoras de lujo, le acompaña la producción de un fashion film titulado, Les Fantômes du Cinéma, dirigido por el laureado Matteo Garrone.
© Getty ImagesLa película retrata un poderoso intento de fantasmas ancestrales por preservar un edificio antiguo, la Villa Albani Torlonia, satirizando el choque entre la tradición y la modernidad, y enfatizando el valor perdurable de la historia y la memoria. El espectacular recinto tuvo como dueña a la socialité y mecenas Mimì Pecci Blunt, quien quería un hogar en Roma para invitar a sus familiares y amigos artistas y organizar veladas de teatro, música y arte allí, en sus salones y jardines. Durante el proceso de investigación, se encontraron periódicos de la época en los que se confirma que era fiel clienta de Christian Dior.
© Getty Images"La idea central era contar la historia de la destacada casa de vestuario Tirelli Trappetti, una institución que personifica el espíritu del cine italiano. Asimismo, queríamos destacar las similitudes entre un atelier de Alta Costura y un taller de vestuario de cine y teatro como Tirelli", explicó Chiuri antes del desfile. Umberto Tirelli decidió fundarlo en 1964, tras su colaboración inicial con el director Luchino Visconti, marcando una importante contribución a la intersección de la moda y el séptimo arte. Utilizando encajes, tules y tafetanes vintage, en conjunto con tejidos contemporáneos, Dior plantea un diálogo abierto entre pasado y futuro, entre ficción y realidad.
© Getty ImagesLa elección del color blanco como hilo conductor de la colección tampoco fue casual. En París, Mimì Pecci Blunt dio vida al legendario Bal Blanc, una fastuosa noche que reunió a los principales artistas de la época; entre ellos, Man Ray, quien capturó la magia del evento con su particular lente. Se pidió a los invitados que vistieran de blanco, como indica su nombre, interpretando a personajes de una obra de arte de tamaño real, y que exploraran el uso de máscaras. Perdernos en una fantasía, ajena a la vida propia, tiene un increíble potencial liberador.
© Getty ImagesPara el desfile en la Villa Albani Torlonia, la diseñadora italiana contó con artistas enfundados en piezas de los archivos de Tirelli al estilo de los siglos XVII y XVIII, reimaginadas en blanco, para crear un retrato vivant que evocó a Fantasmas de Roma (1961), de Antonio Pietrangeli, y transformó el jardín en un espacio teatral. Fue así, de hecho, como lo concibió su antigua dueña, Mimì, hace casi 100 años.
© Getty ImagesLa elección de la ciudad y la naturaleza personal del desfile han generado especulaciones sobre el futuro de Chiuri en Dior, sugiriendo que podría ser su despedida tras nueve años al frente de la maison, especialmente ahora que Jonathan Anderson se incorpora al equipo para liderar su línea masculina.
Dior: desfile de la colección Crucero 2026 en Roma
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