Era 2007. Tenía 19 años cuando pisó por primera vez la MET Gala. Un vestido blanco con pedrería sobre el escote, en sintonía con las tendencias de la época, marcaba su debut en los llamados Oscar de la moda. Desde entonces, Rihanna ha pasado a convertirse en un icono global que se distingue por su singular estilo, siendo una de las invitadas destacadas en cada edición de este espectacular evento. Ya son un total de 11 sus apariciones allí, cada una más impresionante que la anterior. ¿Cómo conseguiría superarse este 2025? ¡Sencillo! Anunciando al mundo su tercer embarazo, enfundada en un traje a medida de Marc Jacobs. A continuación, repasamos su evolución sobre las escaleras del Museo Metropolitano de Nueva York.
La evolución de Rihanna en la MET Gala desde 2007
Vestir a la cantante es ahora un privilegio del que pocos diseñadores pueden presumir. Hablamos de una de las pocas asistentes a esta alfombra roja que realmente acierta con la temática, siguiendo al pie de la letra el código de vestimenta impuesto por el MET: desde su emulación al Papa en la gala "Cuerpos celestes: la moda y la imaginación católica" hasta el vestido con hilatura dorada que tardó dos años en confeccionarse para "China: a través del espejo". ¿Cuál de todos es tu favorito?
Este 2025, dado que la exposición se titula "Impecable: la confección del estilo negro", esperábamos que Rihanna apostara por la exagerada sastrería de los dandis de Harlem. Su look es un símbolo de la lucha de los afrodescendientes por los derechos civiles, en la cual utilizaron la moda como instrumento. Para rematar, el traje, que se adornaba en la espalda con un lazo hecho con una americana deconstruida, dejaba expuesta su tripita de embarazada, detalle que automáticamente la puso en el foco de todos los medios.