Una escapada a las Tablas de Daimiel para despedir a la primavera
Porque este año están a rebosar de agua y porque además celebra su 40 cumpleaños como Parque Nacional, te animamos a descubrir en familia este espacio protegido que parece un espejismo en mitad de La Mancha.
Cuando uno piensa en Castilla piensa en grandes extensiones cerealistas, en molino de viento y en una inmensa llanura que unas veces parece solo de color ocre cuando la azota el sol de verano y otra se torna hacia el verde, sembrada de viñedos y cultivos de regadío. En medio de este paisaje sobrevive milagrosamente un enclave único. Está en la provincia de Ciudad Real, a unos 200 kilómetros al sur de Madrid y tal es su mérito que se ganó hace ahora cuarenta años su declaración como Parque Nacional y, años después, la de Reserva de la Biosfera. Después de una inmejorable primavera, que ha traído agua a raudales a este ecosistema único en la meseta, es buen momento para seguir algunos de los tres itinerarios señalizados que lo recorren, caminar por las pasarelas de madera sobre el agua deteniéndose en sus observatorios de aves, llegar a zonas restringidas en vehículos todoterreno o apuntarse a la nueva visita para familias con niños que este año ofrecen como novedad.
Más información www.lastablasdedaimiel.com.
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Las Tablas de Daimiel están formadas por las aguas de dos ríos de diferente naturaleza, lo que las convierte en un ecosistema privilegiado: el agua del río Gigüela que procede de los páramos de Cabrejas en la serranía conquense aporta aguas salobres, mientras que el río Guadiana aporta aguas dulces que surgen de sus ojos aproximadamente a unos quince kilómetros al norte del parque nacional, en el término municipal de Villarrubia de los Ojos.
Hablar de la historia de la dehesa de Zacatena es hablar de las Tablas de Daimiel, y no como una parte de ellas, sino como un todo, ya que las Tablas estaban en el corazón de una inmensa dehesa. La riqueza de ésta unida al agua del parque es lo que ha dado la vida al entorno. Hoy en día solo una parte de este espacio protegido es dehesa y lleva el nombre de Zacatena.
Este ecosistema único creado al desbordarse las aguas de los ríos Guadiana y Cigüela es un oasis de vida en medio del secarral manchego.
La visita al Parque Nacional comienza en el Centro de Interpretación y se puede realizar por libre y de manera gratuita a través de los itinerarios establecidos o guiada, con reserva previa. Las hay enfocadas a senderistas, a familias con niños y también hay una combinada en todoterreno que se adentra en zonas restringidas, bordea gran parte de la orilla sureste (Chozas de Pescadores, Islas abandonadas, Motillas, etc.) y en algunas épocas se extiende a la orilla noroeste (Cachones, Dehesas, etc).
Los caminos entre las islas e islotes dispersos sobre la laguna son una sucesión de pasos elevados de madera con miradores ubicados en puntos estratégicos e integrados perfectamente en el paisaje. Los juncos se mezclan con los bosquecillos de ribera donde destacan las formas caprichosas de los troncos del taray, el árbol más característico del parque, alternándose con juncales y prados de un intenso verde primaveral.
A bordo de vehículos todoterreno se visitan lugares restringidos, como la recuperada zona de Las Cañas, Los Cerrillos o La Quebrada. Durante el trayecto se brindan telescopios y prismáticos a los visitantes para observar la fauna y la flora.
Esta primavera las Tablas de Daimiel, ha llegado al cien por cien de su capacidad gracias a la abundante temporada de lluvias de los meses previos. Una situación que no se daba desde los años ochenta, lo que hace que se encuentren en un momento “muy dulce”.
Entre los tres itinerarios que se pueden realizan por libre, el llamado Torre de Prado Ancho es el situado más al norte y finaliza en una torre de dos plantas desde la que hay una vista magnifica del paisaje característico de las Tablas.
El itinerario que lleva a la Isla del Pan es es el más conocido del Parque Nacional, ya que se adentra en el mismo a través de una serie de pasarelas de madera que sirven para saltar de isla en isla. Alberga en su interior un aviario denominado Laguna de Aclimatación, donde se puede observar una nutrida representación de anátidas. Es de recorrido circular, completamente llano y muy cómodo de realizar de unos 2,5 kilómetros de distancia y dificultad baja.
Las Tablas son el humedal con mayor riqueza faunística del centro de la península y la observación de aves en ellas está llena de sorpresas, aunque, lógicamente, aquí las especies acuáticas son las más significativas. Entre las aves presentes todo el año están los somormujos, las garzas, los patos y la focha común, y el pájaro más característico de la vegetación palustre es el bigotudo. Al final de verano se producen grades concentraciones de cigüeña blanca y negras y durante el otoño y el invierno bandos de grullas comunes surcan los cielos al amanecer y al ocaso.