Magdalena de Suecia, ¿ilusionada de nuevo?
La Princesa se ha dejado ver abiertamente en Nueva York, donde reside desde hace meses, con su supuesto nuevo romance
Magdalena de Suecia vuelve a tener el corazón contento otra vez. Parece que la princesa triste tiene nuevos motivos para sonreír después de la separación de su ex novio y ex prometido Jonas Bergström, con quien rompió el pasado abril tras ocho años juntos: un nuevo amor. La Princesa se ha dejado ver abiertamente con su supuesto nuevo romance en Nueva York, donde reside desde hace meses para olvidar sus penas.
El tabloide sueco Expressen publica hoy en su portada una foto de la hija menor de los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia en actitud cariñosa con un joven en un exclusivo restaurante de la Gran Manzana, bajo el titular "El romance secreto de Madde" (como se la llama popularmente en Suecia). Tanto en las imágenes que aparecen en el amplio reportaje de varias páginas como en el vídeo colgado en la web del periódico se ve a la princesa Magdalena acariciando en el brazo a su acompañante (la pruebas gráficas no han permitido su identificación), mientras esperan de pie en el bar a que les den una mesa. Las fotos fueron tomadas el pasado domingo al mediodía. "No podían dejar de estar pendientes el uno del otro, parecían tan guapos y llenos de amor", afirmó un testigo anónimo a Expressen. La pareja siguió mostrándose muy cariñosa mientras comía, e incluso la Princesa lo besó varias veces, según testigos.
Algunos apuntan que el chico con el que aparece la Princesa en el restaurante de Nueva York no es otro que el joven con el que se le ha relacionado en los últimos meses: el millonario griego Stravros Niarchos III, nieto del magnate del mismo nombre que rivalizó con Aristóteles Onassis en los negocios y en el amor. Y, como su abuelo, todo un conquistador según da cuenta su currículum sentimental nutrido de otras rubias famosas como Lindsay Lohan, Paris Hilton y Mary-Kate Olsen.
Se conocieron este verano en la boda de Nicolás de Grecia con Tatiana Blanik, congeniaron y han mantenido el contacto hasta hoy. Ambos tienen muchos amigos comunes y frecuentan los mismo lugares. Se han visto en este tiempo en diferentes ocasiones: primero en la Riviera francesa y últimamente de nuevo en Manhattan. Sólo una hora y media después de que la princesa Magdalena aterrizara en Nueva York, donde trabaja ad-honorem para la World Child Foundation, se reencontraron en el restaurante francés Le Bilbouqet de la ciudad de los rascacielos. “La princesa Magdalena estaba en el interior con dos amigos mientras Starvos cenaba afuera”, dijo un testigo. “Apenas la vio, se dirigió a ella directamente y se quedaron conversando mucho rato. Ella parecía encantada”. Buscaba olvido y todo apunta a que ha encontrado algo mejor.