Ana, la novia valenciana del chaleco de encaje que se hizo viral

Apostó por un diseño de Aleste, una firma de moda nupcial sostenible

por Regina Navarro
pareja novios

Podría parecer que gracias a las redes sociales a la cantidad de imágenes que descubrimos en ellas las novias tienen mucho más claro el tipo de diseño de buscan. Sin embrago, no siempre es así. A veces estos medios sirven para recolectar ideas, inspiración; otras, para crear un poco de caos; y, la mayoría, para arrojar algo de luz sobre zonas concretas del diseño. Sea como fuere, una de las grandes ventajas de los vestidos de novia a medida es que muchas veces evolucionan conforme van tomando forma porque, al probar, las decisiones se afinan. Ana Carrau, natural de Valencia, nos explica que ella tenía claro parte del diseño de su gran día: el chaleco. "Lo vi en una revista hace muchos años y me gustó la idea, luego se volvieron a poner de moda y terminó por ayudarme a decidir que fuera así", nos explica. Eso unido a que Alicia Soler, diseñadora de Aleste, entendió perfectamente su idea, hizo que el resultado fuera una auténtica maravilla.

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Ana nos explica que visitó varios ateliers y firmas de vestidos de novia en Valencia antes de decidirse por Aleste. "Ninguno acabó de transmitirme lo que me transmitió Aleste. Cuando le conté la idea del vestido a Alicia me entendió enseguida. A medida que pasaban las pruebas, cambiábamos muchas cosas, supongo que, como todas, pero al final el resultado fue genial, es tal cual lo que quería", nos explica. Y hace hincapié también en la importancia de que exista un feeling especial entre la novia y el diseñador. Algo de lo que muchos hablan y en lo que Ana parece coincidir plenamente cuando le preguntamos sobre lo más importante a la hora de elegir un vestido de novia. "Encontrar conexión con la persona que te vaya a aconsejar y tener mas o menos claro el estilo que quieres (a pesar de que luego vayas modificándolo)".

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Ella, como muchas de las novias que se han casado en los últimos meses, apostó por un vestido compuesto por dos piezas. O lo que es lo mismo, uno de esos diseños que evolucionan a lo largo de la celebración y suelen tener dos finalidades: sorprender a los invitados y que la novia esté especialmente cómoda durante el baile. "El vestido que llevé eran 2 piezas. Me casé en noviembre, entonces aproveché para llevar un chaleco con tela como de guipur hecha a mano que hacía una larga cola –me encantan las colas largas en los vestidos de novia, hay que aprovechar la ocasión– encima de un traje recto, de manga larga, con detalles en los puños, escote pico y espalda rectangular. Sencillo pero elegante (bajo mi punto de vista, claro). El chaleco lo llevé para la iglesia y aperitivo, y para la comida y fiesta, el vestido recto no llevaba nada de cola, que lo hacía mas cómodo", explica. Sencillo y elegante, también bajo el punto de vista de muchas de las expertas que han visto el diseño.

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Los detalles más especiales de una novia de otoño

Ana asegura que no considera importante seguir las tendencias en el gran día –"creo que el vestido que llevas el día tu boda va un poco con tu forma de ir habitualmente. El estilo, volúmenes, detalles, maquillaje… van en la misma línea y suele representar un poco el estilo de cada una. ¡Para gustos, colores!"–, tampoco tradiciones. Para ella, como para otras novias, lo fundamental es llevar accesorios con un significado especial, sin importar su tono o si son nuevos o prestados. "Le daba más valor a llevar algo de mi madre. Llevé su alianza de boda, a parte de varios anillos mas con significado para mí", nos cuenta.

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Pese a la sencillez de su estilismo nupcial, Ana sí incluyó algunos detalles diferentes y especiales con los que marcó la diferencia y rompió con el clásico total look blanco. Por un lado, se decantó por unos zapatos de color verde oscuro, una pieza algo arriesgada que funcionaba de maravilla con el diseño. "Lo llevó una de mis mejores amigas en su boda y me pareció lo más. Es verdad que dudé entre colores nude o verde, porque soy bastante clásica en ese sentido, pero al final me decanté por verde". Por otro lado están su ramo, un diseño muy otoñal obra de Atelier de la Flor, y su peinado. "He de decir que en este tema iba muy perdida. Me hubiese encantado lleva velo, de hecho, lo probamos Alicia y yo en una de las pruebas, pero el chaleco perdía protagonismo y no quedaba bien, demasiado 'recargado'. Luego pensé en llevar el pelo suelto, pero como no quería tocados ni nada, se quedaba un poco 'soso' y también tapaba el chaleco. Así que decidí hacerme coleta (soy muy de coletas en mi día a día) y eso no iba a fallar ni me iba a ver rara en las fotos diciendo… ¡esa no soy yo!".

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Una boda en el mes de noviembre en Valencia

Se conocieron haciendo el Camino de Santiago y después de 8 años de noviazgo decidieron dar el gran paso. Ana y Pablo se casaron en la Iglesia Dominicos (porque era el colegio de Ana) y la celebración fue en Masía del Carmen, Valencia. "Es una masía muy bonita, con mucha naturaleza, rodeada de pinada y muy bien distribuidos los espacios. A Pablo nada mas verla, le encantó y a mi también, así que no teníamos mucho mas que pensar", nos explica ella.

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Para organizar todos los detalles de su gran día no contaron con la ayuda de ninguna wedding planner. Entre ellos, ayuda de sus familiares, amigos y Pepo y Mel, los encargados de Masía del Carmen, consiguieron que todo fuera como habían imaginado. ¿Algunos de los detalles más especiales? "La temática del seating plan eran refranes. Cada mesa era un refrán, porque me gustan mucho, lo vi en algún sitio y me hizo mucha gracia. Pusimos un grupo de música que tocó canciones pop español míticas, que eso animó a la gente entre terminar de comer e iniciar la zona de discoteca. Fue un momento muy divertido".

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Pero sin duda lo más especial para ellos fue lo arropados que se sintieron durante todo el día. "Pablo y yo tenemos familias muy grandes, y por suerte muchos amigos que se emocionaron con nosotros, lo dieron todo e hizo que Pablo y yo disfrutáramos al verlos a ellos. Sin duda, ver a todos los que quieres juntos, por nosotros y disfrutando así, hizo que todo valiera la pena".