Cocina Ext.

Adrià: “España puede ser líder y referencia mundial en alimentación”

Así lo aseguraba el chef catalán durante la conferencia que ofreció ayer en Barcelona titulada 'Impacto de la alta cocina en la economía'

Adrià, en la conferencia que ofreció ayer sobre la alta cocina en el Hotel Ritz de Barcelona. Pinche sobre la imagen para ver más fotos


Comenzó su charla rogando no hablar sobre las reservas de su restaurante, 'El Bulli’, ni sobre los pormenores que rodean a la cena de gala previa a la boda real que, junto con su colega Juan Mari Arzak, el genial cocinero catalán tendrá el honor de elaborar el próximo día 21 de mayo. Pero, a pesar de la expectación que ambos temas suscitan entre la ciudadanía y entre los medios de comunicación (especialmente el referido al ‘enlace del siglo’), la conferencia no perdió su interés en ningún momento.

Bajo el título ‘Impacto de la alta cocina en la economía’ Ferran Adrià deleitó a los presentes en el foro de opinión 'Tribuna Barcelona' (que semanalmente ofrece coloquios donde participan personalidades del ámbito científico, cultural, económico y social) con una disertación que abordó diversos temas relacionados con la gastronomía española, su influencia en la sociedad y el papel que ésta desempeña (o puede llegar a desempeñar) a nivel mundial. Sin desaprovechar la ocasión, eso sí, para dar un pequeño tirón de orejas a la Administración. “En cualquier otro país un cocinero tiene tres portadas (en relación a su aparición en importantes publicaciones internacionales) y se monta un sidral tremendo”, aseguraba el cocinero quien, además, consideraba “este momento” como el ideal para que Cataluña y España puedan ser “líderes y referencias mundiales en alimentación”.

Además, también hubo tiempo para hablar de números y de romanticismo. Por un lado de los beneficios que el restaurante ‘El Bulli’ obtiene anualmente (350.000 euros) y de la cifra total de euros que éste factura entre el local, los libros y las asesorías (ni más ni menos que 4.513.000 euros) y, por otro, de cómo la visión romántica e idealista de Adrià sobre el mundo de la cocina hace que, pudiendo subir el precio de sus menús y obtener una clientela más adinerada y exclusiva, prefiera cocinar para quien consiga una reserva en su comedor. Algo que “los colegas norteamericanos no entienden”, según aseguró entre bromas el chef ‘más importante del mundo’.