Las estanterías sin trasera tienen su punto para separar ambientes. ¡Descúbrelo!

Cuando hay espacios diáfanos se buscan la amplitud y continuidad visual. Por este motivo, cualquier elemento que se incorpore debe ser fiel a estos conceptos. Estamos acostumbrados a ver cerramientos ligeros de cristal o biombos alistonados para delimitar zonas. Pero queremos darle su lugar a las estanterías sin trasera, como solución para zonificar. Porque, no solo separa sin cortar, sino que ofrece espacio para decorar y almacenar, algo que no hacen las soluciones antes mencionadas. ¡Es una buena elección!

Estantería a la medida de un vano de paso

Con este proyecto de Borrós Interiorisme queda clara la función de una estantería sin trasera. Aquí se acoplan los estantes a un vano, con un módulo de almacenaje en la parte inferior. Además de delimitar sin cerrar y de ganar espacio para decorar y organizar; este elemento crea un rincón aprovechable en el salón, en este caso, como zona de lectura. Sin un elemento que lo "abrigara", el espacio se quedaría más desprotegido y expuesto. Menos delimitado.

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Una estantería sin trasera exenta en mitad del espacio

El estudio de arquitectos Ábaton recurre a un elemento a medida en mitad de la planta para organizar visualmente los ambientes. Se trata de una estantería con un diseño visualmente muy potente, que mezcla el negro y la madera con estantes y compartimentos para organizar libros. A su alrededor se organizan los ambientes del espacio. La luz natural no encuentra impedimentos para repartirse.

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Una solución ligera y práctica para un piso pequeño

Bárbara Aurell es la fundadora del estudio creativo de interiorismo Espacio en Blanco e ideó esta original y ligera solución para separar en un espacio pequeño la cocina del salón. Se trata de una estantería sin trasera cuyo diseño se basa en postes verticales que se anclan en el suelo y en el techo y que facilitan la ubicación de los estantes. El sofá se apoya en la estantería que da apoyo de almacenaje tanto a un ambiente como a otro.

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Un estante convertido en barra de desayunos

Aquí puedes ver un detalle muy interesante que logra Estudio en Blanco Estudio con este elemento divisorio: una barra en la cocina. Y es que uno de los estantes de la librería se ubica a la altura idónea para convertirse en mesa con un taburete y poder disfrutar de un desayuno o un café con calma sin tener que ir hasta el comedor.

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Una estantería que integra un pilar constructivo

Este proyecto llevado a cabo por Clysa requería una nueva distribución. "Aprovechando un pilar de la vivienda original, diseñamos un separador de madera de roble que funciona a la vez como estantería", indican los responsables del estudio. De esta manera el pilar queda integrado (y disimulado) y se gana una solución divisoria casi de manera natural. A un lado queda el salón, al contrario, un espacio de almacenaje de la cocina, realizado en el mismo acabado Gris Visón del resto de mobiliario de cocina, de la firma Santos. 

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Una pequeña estantería abierta que prolonga un tabique

A veces solo es necesario un pequeño elemento que conceda privacidad. Es el caso de este dormitorio, proyectado por el estudio de diseño de interiores Manuel Torres Design, una estantería abierta continúa el tabique, dando la bienvenida al espacio de descanso con un elemento original que aporta color. De esta manera, no queda tan expuesta la cama desde la entrada.

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Una estantería alta exenta en la entrada de un espacio abierto

En este caso una librería exenta de estructura metálica en negro, muy ligera en su diseño, con algún estante en madera natural, es el elemento que se adosa al murete que delimita la zona de escalera de acceso con la idea de crear un elemento divisorio más marcado. Con esta solución no se entorpece el paso de la luz natural a una zona que de otra forma quedaría oscura. Pero sí se logra demarcar la zona de estar, sumando almacenaje. Propuesta del estudio Egue y Seta.

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Estantería sin trasera pero con almacenaje en la parte inferior

"En este proyecto, intervenimos para unificar dos pisos en uno. La familia quería un salón grande, amplio y luminoso, que contase con dos ambientes conjuntos, pero visualmente diferenciados", explican desde Mugarri, responsable de este proyecto. Y para lograr la perfecta conexión y delimitación, se diseñó a medida una estantería en forja y madera que divide estancias. El objetivo era que la zona de descanso del salón ganara privacidad respecto al área de uso diario donde se ubica la cocina y el comedor familiar.

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De cocina cerrada a abierta con una estantería sin trasera

El estudio Clysa propone otro uso para una estantería sin trasera: que se convierta en el límite de una cocina abierta. "En origen esta casa tenía una cocina cerrada y ajustada en medidas y el cliente quería mantener su independencia. Con estas premisas optamos por abrirla al pasillo, unificando con los materiales al recibidor, y consiguiendo una mayor amplitud visual al unir los espacios", explican. Ahora, adosada a la península, queda una estantería realizada en madera de roble natural cuya función es independizar cocina de pasillo. "Este mismo elemento se ha utilizado en el lateral de la zona de cocción para dar continuidad con la entrada", añaden los responsables del proyecto.

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Una solución configurable a medida

Hemos visto distintas opciones para ubicar una estantería sin trasera como elemento divisorio, tanto en la zona de salón y comedor, como en la cocina, en la entrada y en el dormitorio. En realidad, es un elemento polivalente que puede diseñarse a la medida de cualquier espacio y necesidad. La ventaja es que puede incorporar módulos de almacenaje que den soporte a los ambientes. Es decir, puede contener un zapatero en el dormitorio; un aparador en el comedor; compartimentos y estantes en el salón para organizar copas, botellas, cables, libros… Con esta finalidad de uso, piensa que es una buena idea optar por una composición a medida. Este proyecto es del estudio de arquitectura Ábaton, con un mueble que independiza el salón del recibidor. Un ejemplo de mueble diseñado a medida con mucha capacidad de almacenaje. Solo quedan abiertos algunos módulos, de manera que se aumenta el nivel de privacidad entre ambientes. También se crea más efecto barrera y disminuye el paso de la luz.

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