Estas son las primeras plantas que florecen en primavera

A finales del invierno tu jardín ya va dejando de ser un espacio inhóspito y sin color. Algunas plantas comienzan a florecer, primero tímidamente y después con toda su fuerza, llenando el espacio de tonalidades increíbles. Descubre cuáles son las especies que florecen primero y decora con ellas tu jardín para anticipar la primavera.

Amarillo, un color especial

Antes de que el invierno llegue a su fin, y a pesar de que disfrutamos de muchos días cálidos y soleados, todos estamos deseando que la primavera haga su aparición. Que comiencen a brotar tallos verdes en las ramas desnudas y que las plantas comiencen a estar más frondosas y a llenarse de flores.

Para conseguir que la espera sea menos tediosa, nada como cultivar en el jardín ciertas especies de floración temprana. Estas plantas se encargarán a finales del invierno de poner color y frescura en cualquier rincón. Entre ellas abundan las flores de color amarillo, un tono que se convierte en el emblema de una primavera anticipada. Puedes cultivar estas plantas en el suelo del jardín o en maceta, teniendo en cuenta que algunas de ellas prefieren estar en semisombra y no tanto a pleno sol.

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Mimosa común (Acacia dealbata)

Aquí tienes un ejemplo de una planta cuyas flores aparecen a finales del invierno. Se trata de un árbol de tamaño pequeño pero de crecimiento rápido, originario de tierras australianas. Sus flores son pequeñas y muy bellas, de un amarillo intenso.

Una de las características de la mimosa es que posee un fuerte y resistente sistema radicular, por lo que conviene podarlo tras la floración para mantener su crecimiento y hacerlo más lento.

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Forsitia (Forsythia x intermedia)

Este pequeño arbusto de hoja caduca es una de las primeras plantas que florecen en el jardín, como la mimosa. Mucho antes de que el invierno toque a su fin se va llenando de hojas y también de flores amarillas que surgen a mediados de febrero, de forma muy abundante. Aunque es una planta que resiste el frío, le gusta estar a pleno sol y necesita de sus cálidos rayos para florecer.

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Tulipán (Tulipa spp.)

Pocas flores nos hacen sentir que la primavera está a punto de llegar como los tulipanes. Son bellísimos, muy llamativos y alegres gracias a sus intensos y variados colores, y fáciles de cultivar. Se trata de una planta bulbosa perteneciente a la familia de las liliáceas que no ofrece complicaciones a la hora de sembrar los bulbos y conseguir que florezcan desde marzo hasta mayo.

El tulipán presenta más de 150 variedades diferentes, por lo que podrás elegir tus favoritos entre una gran diversidad de colores. A la hora de sembrarlos, hazlo en un rincón soleado y seco.

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Caléndula (Calendula officinalis)

¿Estás buscando una planta vistosa de floración temprana que alegre tu jardín? La caléndula es una opción de lo más acertado. Sus flores, de color amarillo anaranjado, aparecen y anuncian la llegada de la primavera.

La caléndula es una planta originaria de las zonas mediterráneas que crece en matas de unos 50 cm de alto. Soporta bien el sol y el calor, y no necesita mucho riego. De hecho, es mejor no pasarse porque no tolera los encharcamientos. Para que esté preciosa llena de flores no la riegues demasiado y abónala durante este periodo.

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Prímula (Primula vulgaris)

De floración temprana, la prímula despliega sus mejores colores para recibir a la primavera como se merece. Se trata de una planta pequeña, pero muy vistosa, que florece desde febrero hasta bien entrado mayo, y que puede convertirse en uno de los mayores encantos del jardín durante estas semanas. Para cuidarla como se merece, ten en cuenta que no soporta el calor excesivo. Si la cultivas en maceta será fácil trasladarla los días de mucho sol y calor a una zona más fresca. Procura que no pase sed, porque necesita humedad para crecer y florecer.

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Margarita (Argyranthemum frutescens)

Puede que las margaritas sean flores que pasen un tanto inadvertidas, por su belleza sencilla, pero aportan al jardín un aire silvestre y natural que nos encanta.

Se trata de una planta de origen europeo que crece mejor en suelos fértiles y bien drenados. Le gusta a estar a pleno sol (necesita entre 5 y 6 horas de sol al día) y necesita un riego moderado pero regular. Plántala en tu jardín y disfruta de sus flores de pétalos blancos y botón amarillo.

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Pruno (Prunus cerasifera Pissardii)

El pruno o 'cerezo de jardín' es un árbol pequeño y muy decorativo, de la misma familia que el almendro y el cerezo del Japón. Sorprende por sus hojas caducas de color rojizo y morado, y por sus flores blancas y ligeramente rosadas que comienzan a llenar sus ramas a finales de febrero.

Se trata de un arbolito perfecto para el jardín, ya que no crece en exceso. Además, es fácil de cultivar ya que resiste las heladas y el frío intenso, así como los periodos moderados de sequía. Es, sin duda, una belleza natural de la que puedes disfrutar antes de que llegue la primavera.

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Cómo cuidar esta incipiente floración

Ahora que tu jardín se está convirtiendo en un vergel poco a poco y de forma progresiva, no es cuestión de abandonarlo a su suerte. Aunque nadie tiene el control cuando del universo natural se trata, sí hay ciertas cosas que puedes hacer para tratar de prolongar la floración de tus plantas, incluidas las que primero florecen. Así conservarás durante más tiempo la belleza de tu jardín.

- Vigila tus plantas y retira las flores que se van marchitando. De esta forma estarás estimulando la producción de flores nuevas.

- Riega las plantas de forma regular, en la medida en que lo necesiten.

- Apórtales un fertilizante adecuado. En época de floración las plantas gastan mucha energía y les viene bien una dosis de vitaminas y nutrientes.

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