Se dio a conocer gracias a sus pericias como reportera del programa El Informal junto a Florentino Fernández hace ya casi 20 años. Patricia Conde derrochaba juventud cuando, micrófono en mano, abordaba a todo tipo de personajes del panorama nacional para el popular informativo en clave de humor. Con su encanto personal y simpatía consiguió meterse a la audiencia en el bolsillo, pero fue su dulce rostro, que recordaba ligeramente a Brigitte Bardot, el que terminó por enamorar al público.
Desde entonces ha experimentado varios cambios, pero sin perder un ápice de su atractivo. Su cara de facciones redondeadas con marcados pómulos fue durante años su principal seña de identidad y su pelo rubio la ha acompañado a lo largo del tiempo, aunque experimentando algunas variaciones. Con melena corta y ondulada a comienzos de los 2000, su característico flequillo ladeado siempre ha sido una constante.