Las elevadas temperaturas han provocado también el aumento de los incendios propios de la temporada estival, como este de Artesa de Segre, en Lérida, donde un centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) intentan sofocar las llamas desde este jueves. Otro de los incendios que estos días han tenido en vilo a la población es el que ha tenido lugar en las proximidades del Monasterio de Leyre, en Navarra, que llevó al desalojo de los monjes y que, de alcanzarlo, hubiera sido un desastre para nuestro patrimonio histórico-cultual. Por suerte, los bomberos lograron apagarlo antes de llegar al edificio.