Canarias

Las Palmas de Gran Canaria, la ciudad de la luz

Por Hola.com

La primera sensación que tienen muchos de los viajeros que llegan a Las Palmas de Gran Canaria es envidiar el buen clima del que disfrutan sus habitantes, con una temperatura y una luminosidad auténticamente ideales. Seguro que cuando en el año 1478 el capitán Juan Rejón, por mandato de la Corona de Castilla, desembarcó en la zona de La Isleta para fundar la ciudad sintió en su piel el sol y la suave brisa marina que caracterizan a esta mítica y afortunada isla.

Todavía quedan muchos recuerdos en Las Palmas de esa primitiva fundación. Sobre todo, en el barrio de La Vegueta, en el que se alzan los edificios más antiguos de la ciudad. Construidos en su mayoría a finales del siglo XV, entre todos destacan la catedral de Santa Ana y la denominada Casa de Colón. Esta última, en la que se mezclan los elegantes elementos del arte plateresco con los más tradicionales de la arquitectura canaria, es famosa por dos trascendentales motivos: alojar al almirante Cristóbal Colón justo antes de su primer viaje al Nuevo Mundo y haberse convertido en el modelo implantado por los españoles en todas las poblaciones fundadas en América.

Las Palmas es también una gran ciudad que siempre ha estado abierta a las influencias humanas y culturales que entraban por su concurrido puerto de La Luz. Una urbe en colores, tranquila y repleta de preciosos rincones, que se distribuyen por sus otros barrios comerciales, marineros y residenciales: Triana, Santa Catalina, La Isleta y Ciudad Jardín.

'Mogollón' de diversión

 

Si en la vecina isla de Tenerife, cuando llega el Carnaval, se ‘tira la casa por la ventana’, Gran Canaria, y muy especialmente Las Palmas, no se queda atrás. Durante los carnavales la gente se echa a la calle y por unos días todo el mundo participa en una monumental fiesta que hace cierto el dicho de: ‘hasta que el cuerpo aguante’. Música, baile y mucha diversión hasta altas horas de la noche es lo habitual en las fiestas nocturnas que se celebran y que aquí reciben el ilustrativo nombre de mogollones.

El Carnaval representa una ocasión magnífica para dejar volar la imaginación, que se plasma en los vistosos y asombrosos disfraces que se preparan con mimo durante el año para la ocasión. Como en todo carnaval que se precie, la elección de la Reina es un acontecimiento muy especial. En Las Palmas, además, ha cobrado especial relevancia la elección de la Drag Queen, que cada año cuenta con una mayor participación. Los concursos de murgascomparsas y de agrupaciones musicales aportan un inigualable ambiente de alegría.

Con más tiempo

 

Museo Canario. Todo sobre la vida y costumbres de los antiguos pobladores guanches (Doctor Verneau, 2. Tel. 928 33 68 00).

Parque Doramas. Sombreado jardín con especies autóctonas de las islas, entre las que destacan los dragos. También se puede visitar la recreación de un pueblo canario.

Plaza de Santa Catalina. Amplio espacio urbano en el que se reúnen los isleños. Hay abundantes comercios y sirve de acceso a la zona portuaria.

Centro Atlántico de Arte Moderno. Entre sus fondos sobresalen las obras de tres magistrales artistas grancanarios: Néstor de la Torre, Martín Chirino y Manolo Millares (Balcones, 11. Tel. 928 31 18 24). Entrada libre.

Auditorio Alfredo Kraus. Se ha convertido en uno de los edificios más emblemáticos y futuristas de Las Palmas. Diseñado por el arquitecto Oscar Tusquets, se levanta frente al océano Atlántico, en uno de los extremos de la larga playa de las Canteras.

Imprescindible

 

Barrio de La Vegueta. Surgido alrededor del campamento que dio origen a Las Palmas. Sus calles y plazas, repletas de mansiones señoriales de los siglos XV, XVI y XVII, tienen todo el sabor, el colorido y el ambiente de una ciudad colonial. Su centro neurálgico gira alrededor de la típica plaza de Santa Ana.

Catedral de Santa Ana. Se alza en la plaza de Santa Ana, y sus obras, que se iniciaron hacia el año 1500, no finalizaron hasta comienzos del siglo XIX. En su interior destacan las nervaduras góticas de la bóveda y el patio de los Naranjos, que ha sabido conservar la evocadora atmósfera de los otros tiempos.

Casa de Colón. En su fachada principal luce un artístico pórtico en piedra volcánica de estilo plateresco, que puede fecharse en las últimas décadas del siglo XV. También incorpora elementos de la más tradicional arquitectura canaria, como balcones de maderas nobles, ventanas con celosías, frescos patios y amplias estancias con techos artesonados (Colón, 1. Teléfono 928 31 12 55). Entrada libre.

Barrio de Triana. La peatonal calle Triana —que mantiene viva su arraigada vocación comercial— es el eje principal y aparece festoneada por bellos edificios modernistas levantados por la burguesía decimonónica. En sus inmediaciones se alzan la casa natal y el teatro, que recuerdan al escritor Benito Pérez Galdós.