Este verano... ¡Diversión a raudales!

Cómo y dónde son las preguntas básicas a plantearse antes de organizar unas vacaciones con los niños, ya que al cuándo suele responder el calendario escolar. Y éste manda que las escapadas se hagan principalmente en verano. Que las vacaciones con niños sean un éxito o un suplicio va a depender, sobre todo, de un puñado de claves esenciales: sentido común para organizar un viaje en el que sea fácil incorporarles según su edad y sus aficiones, conocer bien a los niños y saber negociar con ellos para que las vacaciones concilien en lo posible los gustos de mayores y pequeños, muchas ganas de pasarlo bien juntos y, claro, tener unos niños razonablemente bien educados, aunque para eso los padres también tienen que haber llegado a estas alturas del curso con los deberes hechos.

Más que mucho dinero –aunque es cierto que ayuda– con los niños pequeños da mejor resultado echarle una buena dosis de imaginación y energía a las vacaciones: detenerse en la ruta para visitar un castillo y así hacer más llevadero el viaje en coche, interrumpir la monotonía del clásico veraneo en la playa alquilando un día un patín, haciendo una excursión en barco o llevándoles a un parque acuático; embarcarse con ellos en alguna aventura como hacer rafting, pescar, volar cometas o remar; acercarles a la verbena del pueblo o a una granja donde ver ordeñar una vaca, hacer un pic-nic o una noche de acampada, adentrarse en el bosque con la bici o aderezar los días con un parque temático, un acuario, un planetario o cualquiera de los logradísimos museos interactivos que, además de entretenerles, les ayudarán a estimular su curiosidad por entender esa misma ciencia que en el colegio les parece aburrida. He aquí un puñado de ideas con las que, sin salir de España, sacarle todo el jugo al verano, y a tus niños.