La pequeña localidad de Cabañas del Castillo se alza en lo alto del monte escondida entre la espesura. Un pequeño pueblo con apenas un par de casas rurales y poco más, al que se viene a disfrutar del paisaje, de los restos de su castillo encaramado a lo alto de la roca y al que se asciende por un empinado camino -las vistas desde arriba son un regalo- o a contemplar a las parejas de buitres que sobrevuelan lo alto de la peña.