No hay abuelo ni abuela de Belmonte que no recuerde con claridad (y tal vez con idealización) aquel verano de 1961, cuando este pequeño pueblo de la provincia de Cuenca fue tocado por la varita mágica de Hollywood. Aquí, en este desconocido rincón de La Mancha, el director de cine Anthony Mann decidió dar vida a parte de las andanzas de El Cid, en la que ha sido la película más épica sobre el héroe castellano.
Ruta sin prisas por Cuenca con descubrimientos que no esperabas
Una superproducción que no solo trajo consigo el desembarco de toda una maquinaria cinematográfica sino también el glamour de un elenco que resultaría memorable, con nada menos que un apuesto Charlton Heston en el papel de Rodrigo Díaz de Vivar y una despampanante Sofía Loren en el de Doña Jimena.