EL SIQ TRAIL, UNA RUTA SENCILLA
De todas las posibles rutas, la más sencilla al alcance de cualquiera sin necesidad de empaparse hasta el cuello es el Siq Trail. Asequible, variado y sorprendente en cada tramo, se trata de un recorrido de dos a tres horas que arranca en el lecho del río y concluye en una catarata. Por el camino, saltos de agua, subidas a los peñascos con la ayuda de cuerdas, pozas cristalinas en las que avanzar a nado, toboganes desde los que deslizarse y trechos en los que, por fin, tomar cierto alivio y dejarse llevar solo por la corriente.
Todo ello, claro, enmarcado por una obra maestra de la naturaleza. Porque el río, en su erosión a lo largo de los siglos, ha dado forma a este cañón con la maestría de un artista: paredes de roca arenisca que se cierran ocultando el cielo, formas caprichosas que se retuercen y tonalidades que van del ocre al rosado hasta alcanzar el rojo.