Eslovenia es un gran bosque que se extiende entre el Adriático y Austria con una población modesta de poco más de dos millones de almas. También tiene montañas. En el norte, las estribaciones más orientales de la cadena alpina se estiran al alcanzar la frontera con Austria. Aquí, en los Alpes de Kamnik y Savinja, se encuentra el valle glaciar de Logarska Dolina, uno de los tres valles alpinos que forman la región de Solčavsko y uno de los más hermosos de Europa.
En este parque natural protegido, de siete kilómetros de longitud, los establos tienen arcos venecianos, los vecinos tocan la cítara bajo los tilos y las casas huelen a menta y orégano salvaje. La estampa no puede ser más bucólica. En los senderos que ascienden a las cimas alpinas entre bosques de veinte mil millones de años se ven orquídeas silvestres, en peligro de extinción. Solo aquí hay más de mil especies de plantas, un tercio de todas las que crecen en el país.