LA CIUDAD AMURALLADA
Dos kilómetros de murallas ceñían la vieja Talavera, un formidable cerco del siglo X que fue reforzado tres centurias después con 17 torres albarranas, ocho de las cuales se conservan completas. En la esquina de la ronda del Cañillo con la calle Carnicería, frente a la Oficina de Turismo (turismotalavera.com), se encuentra el mejor observatorio de las murallas. Para que el visitante se haga un selfi con las murallas en segundo plano y algo típico de Talavera en el primero, existe en dicha esquina un rótulo monumental con el nombre de la ciudad escrito en grandes letras forradas de azulejos. Cerca, además, hay tres visitas imprescindibles: el museo Etnográfico (Ronda del Cañillo, 22), que ocupa una almazara del siglo XVIII; las ruinas romanas del que fue hospital de la Misericordia y ahora es centro cultural Rafael Morales (plaza del Pan, 5), y el museo de Cerámica Ruiz de Luna (San Agustín el Viejo, 13), que exhibe una magnífica colección de alfarería talaverana de los siglos XVI al XX dentro de un antiguo convento agustino.
Un día en la Toledo monumental y otro en la natural