Un edificio moderno emplazado en la bella playa de Lourido, en Muxía, con una piscina con muro de cristal que permite disfrutar del entorno mientras te das un chapuzón. 

La infinity pool del Parador de Costa da Morte ofrece unas vistas deslumbrantes a la playa y el Atlántico. 

En el centro de la isla de Gran Canaria, el Parador de Cruz de Tejeda se rodea de montañas en un escenario natural único con vistas al Paisaje Cultural del Risco Caído y los espacios Sagrados de las Montañas de Gran Canaria, Patrimonio de la Humanidad. 

Tras un baño relajado, al caer la noche podemos degustar gastronomía canaria en el restaurante del Parador o en la cafetería-terraza El Mirador. Papas arrugadas con mojos, quesos canarios, escaldón de gofio... son algunas de las delicias de su carta.

El paisaje natural de la comarca del Osona y frente al pantano de Sau es el marco excepcional en el que relajarse mientras te refrescas en la piscina del Parador de Vic-Sau. 

El Parador de Vic-Sau se encuentra en una típica masía catalana con un gran jardín. 

El majestuoso castillo de los Duques de Feria, del siglo XV, es el alojamiento perfecto para descubrir la monumental localidad de Zafra, en la ruta de la Vía de la Plata. Allí se impone pasear por sus dos plazas, visitar la casa del Aljimez, el Ayuntamiento, el convento de Santa Clara o la muralla.

En uno de los pueblos costeros andaluces con más encanto como es el de Mojácar, la piscina del Parador en un balcón excepcional en el que relajarse y disfrutar de la panorámica. 

El atardecer con vistas al Atlántico es aún más bello si se disfruta desde la piscina del Parador de La Gomera.

¿Puede haber un desayuno mejor que este con vistas al Teide y la isla de Tenerife? Seguramente, no.