Santander a la hora del vermut, la ruta de los pinchos más ricos
La ciudad con una de las bahías más bonitas del mundo (hay un club que lo certifica) es también una de las grandes mecas para el arte del tapeo. De cara al mar o por las elegantes callejuelas de su casco viejo, aquí el aperitivo consiste en re-degustar grandes clásicos como las rabas o las anchoas, pero también en descubrir muchas sorpresas.