LA PLAZA ROJA DE MOSCÚ
El corazón y el alma de Moscú y, más allá, de toda Rusia, es su famosa plaza Roja, testigo de los acontecimientos históricos y políticos más trascendentales del país. Símbolo del poder imperial, a ella se asoman la bellísima catedral de San Basilio, con sus coloridas cúpulas, y la muralla de la ciudadela del Kremlin, la antigua residencia del zar, un conjunto Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Pero sus 330 metros de largo por 70 de ancho dan mucho más de sí y acoge también el Museo de Historia Nacional, la catedral de Kazán, el Mausoleo de Lenin y hasta los grandes almacenes más famosos de Moscú.
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