La capital húngara posee una incuestionable belleza, con sus palacios, puentes, iglesias, balnearios y su espectacular Parlamento a orillas del Danubio, pero atesora otros rincones curiosos y menos conocidos que merece la pena descubrir. Travesías originales por el río, iglús panorámicos o lujosos miradores en palacios históricos son la otra cara de esta ciudad europea.
POR EL DANUBIO EN UN BUS ANFIBIO
Después de atravesar las calles más emblemáticas de la ciudad, una experiencia muy divertida es subirse al autobús anfibio de RiverRide, de color amarillo, que realiza un recorrido por el Danubio. El bus acuático abandona el asfalto y se zambulle en las aguas del río para seguir su recorrido turístico desde una perspectiva más romántica. La excursión, que dura unas 2 horas, parte desde la plaza de István Széchenyi, la antigua plaza de Roosevelt, en los alrededores del Hotel Four Seasons y del Puente de las Cadenas, icono del art nouveau en Budapest, y cuesta 14 € los adultos y 12 € niños. Durante el tour los visitantes pueden ganar incluso premios (riverride.com).
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