QUESUCOS DE LA LIÉBANA
Quesucos les dicen, porque son chiquititos, de entre 10 y 15 centímetros de diámetro y unos 400 gramos de peso. Chicos como el valle de la Liébana, que está comprimido entre los Picos de Europa y la cordillera Cantábrica, en el extremo occidental de Cantabria. Pequeños, grasos, suaves, tiernos y de cien sabores distintos, dependiendo de la leche que se use (vaca, oveja o mezcla) y de si se ahúman o no. Para comprarlos y ver cómo se hacen, ningún lugar mejor que la quesería Las Brañas (queseriapendes.com), que domina desde la alta aldea de Pendes la afilada cresta caliza de Peña Ventosa y la boca del desfiladero de la Hermida. Serán quesucos, pero los rodea un paisaje grandioso.
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