Los amantes del ferrocarril lo tienen claro: el tren más espectacular del país vecino es el que recorre los paisajes de viñedos del Duero, entre la estación de São Bento, en Oporto, y el pueblo de Pinhão. Aunque lo cierto es que el trazado continúa hasta Pocinho, muy próximo a la frontera española. Una excursión ferroviaria deliciosa para un día diferente.