CABRA

La blanca villa de Cabra se recorre a pie, sin prisas, por calles estrechas, encaladas y adornadas de flores en las rejas de sus balcones, especialmente en los barrios de El Cerro y la Tizona. Mucho arte habrá en el paseo, porque en Cabra el barroco reina sobre todo. El convento de las Agustinas, la iglesia de san Juan de Dios o la de Nuestra Señora de la Asunción y los Ángeles son solo algunos ejemplos del patrimonio que iremos encontrando en el camino. También lo es el castillo de los Condes de Cabra, donde aparecen restos de los lienzos que en su día formaron parte de la muralla medieval. Pero Cabra también es puerta de entrada al Parque Natural de la Subbética donde lo que reina es la naturaleza y buen buen puñado de rutas senderistas que no hay que perderse.

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ALMODÓVAR DEL RÍO

Lo primero en este pueblo de la campiña cordobesa es visitar su castillo, guardián desde lo alto del blanco caserío y del Guadalquivir, que quedan a sus pies. No solo es una de las fortalezas medievales más imponentes de España, desde sus almenas, además, se admira una panorámica única que se pierde en el horizonte. Y además es un castillo de cine, pues sirvió de escenario de rodaje a la exitosa serie de Juego de tronos.

Después, en la orilla derecha del río están los restos del Portus romano, donde se embarcaban las ánforas que portaban el aceite a la capital del Imperio. A sus exposiciones: arqueológica, etnológica, de máquinas de coser… también hay que dedicar un tiempo.

LUCENA

La villa de Lucena atesora un pasado judío presente en todos sus rincones, como reducto de la cultura sefardí que aquí alcanzó un gran esplendor y que se homenajea cada año después de verano con su “Septiembre sefardí” con numerosas actividades. Esta riqueza se descubre pasando por la necrópolis judía, el castillo del Moral -donde Boabdil estuvo preso en su torre del homenaje-, el palacio de los condes de Santa Ana, pero sobre todo paseando por la encantadora judería, una de las más importantes de España. Allí aparecen casas, sinagogas, escuelas que muestran su esplendor pasado. La herencia judía también esta en su gastronomía, como la del restaurante Tres Culturas, o los dulces de confitería Cañadas.

PRIEGO DE CÓRDOBA

Perfumado por el aroma de las flores que inundan sus fachadas, en las calles y plazas de esta localidad barroca cordobesa toman asiento iglesias y palacios del siglo XVIII. Su encantador barrio de la Villa lo forma un angosto entramado de callecitas empedradas y plazoletas donde reside la quintaesencia de la ciudad musulmana y medieval. No hay que marcharse de ella sin descubrir los aceites denominación de origen Priego de Córdoba, visitar una almazara para conocer su proceso de fabricación y sus olivares centenarios.

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ZUHEROS

Es el ejemplo perfecto de pueblo andaluz. Posee un castillo árabe encaramado a un risco frente a un inmenso mar de olivos y un cerro calizo a sus espaldas. Paseando sin prisa se recorre el barrio viejo de calles empedradas, se admiran las portadas de sus casonas dieciochescas, se visita alguno de sus museos y se descubre la Cueva de los Murciélagos, un conjunto arqueológico de excepcional valor.

MONTORO

En Montoro sobre todo hay una protagonista: el agua. Una villa que resplandece abrazada por un meandro del Guadalquivir en medio de un paisaje de suaves colinas y extensos olivares. En su casco histórico se pasea por el puente Mayor, la plaza de España, la puerta de la Torre Mocha, las Tercias Catedralicias o algunas casas solariegas. Pero especialmente se viene a disfrutar del entorno: el Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro y los embalses del Arenoso y Yeguas, con un gran abanico de actividades acuáticas como kayak, paddle surf y hasta descenso de aguas bravas.

MONTILLA

Pueblos blancos, calles empedradas, naturaleza… a Montilla se viene especialmente por otra cosa: el vino. Rodeado de suaves colinas, a los pies de este pueblo en el corazón de Andalucía, se extienden cientos de viñedos donde crecen cepas centenarias con cuyas uvas se elabora uno de los mejores vinos de España. Septiembre es una fiesta, la que celebran sus bodegas donde se elaboran vinos finos, amontillados y olorosos. Catas, visitas y comidas maridadas son buenos planes en: bodegas de Alvear (alvear.es), las de Cruz Conde (bodegascruzconde.es) o Pérez Barquero (perezbarquero.com).

IZNÁJAR

Las aguas del mayor embalse de Andalucía acarician la base del cerro en el que se refugia este pueblo cuyo ceñido caserío se refleja en sus aguas. Sus callejuelas empinadas se remansan en estrechas plazas y en miradores naturales abiertos a un paisaje de agua, valles y olivos repletos de leyendas medievales. El castillo y la iglesia de Santiago son sus dos grandes monumentos; y el romántico "rincón del beso", el escondite que todos buscan para hacerse la foto más famosa.

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LUQUE

Un bonito casco urbano, ermitas, un templo barroco, una torre y el castillo Hisn Luk, que por su nombre parece tener origen omeya. Este es el resumen de este bonito pueblo de la comarca de la Subbética cordobesa. En su entorno se impone una visita a un paraje de interés: la cueva de la Encantada, con pinturas del neolítico y el calcolítico.

CARCABUEY

En el corazón del Parque Natural de la Sierra Subbética, por cuyo entorno corren los ríos Palancar y Morisco y se alzan altas cumbres, se descubre Carcabuey. Es dueña de un destacado patrimonio histórico, por su ubicación en un lugar fronterizo y estratégico. Lo abandera su castillo y su iglesia de la Asunción, en lo alto, a cuyos pies toma asiento la población ordenada en torno a la plaza de España. Hay casas señoriales de labrados dinteles, altares, calles escalonadas, varias ermitas…

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