Alegre, soleada y rendida a los placeres de la vida, esta joya de la costa dálmata que fue el capricho del emperador Diocleciano es pura esencia mediterránea. A sus rincones trufados de historia y sus calas flanqueadas de pinos, se une un animado panorama de terrazas y tabernas, encajado entre las montañas y el Adriático.

04 de Octubre de 2018 - 12:06 CEST por NOELIA FERREIRO

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Imagen aérea de Split

Imagen aérea de la ciudad croata de Split / © Shutterstock

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Murallas de Split, Croacia

La ciudad de Split está rodeada por murallas y puertas que antaño formaron parte del palacio de Diocleciano y que hoy son parte viva de la ciudad

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Catedral de Split, Croacia

La catedral de Split, antiguo mausoleo, considerada la más pequeña del mundo.

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Puerto de Split, Croacia

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Monte Marjan, Split

Una de las zonas más hermosas de Split es, sin duda, el boscoso monte Marjan, en el que los colores del mar se mezclan con los de la vegetación de la zona regalándonos imágenes como esta / © Shutterstock

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