También la plaza de Santiago, donde cada jueves se celebra su famoso mercado, la sala Trova, frecuentada por la periodista en su adolescencia y que ahora recuerda con cariño cuando se reúne allí con sus amigas y el cementerio de la localidad, “uno de los más bonitos que ha visto nunca” y en el que descansan sus padres, su hermano y María de Maeztu, protagonista de su novela La maestra, escrita junto a Carmen Gurruchaga, sobre la apasionante historia de esta pionera que soñó con abrir la mente, estudio y la universidad a las mujeres de su época. «Cuando leí el testamento de María de Maeztu, me puse a temblar. Está enterrada en Estella, mi ciudad. Me di cuenta de que el personaje me llamaba para que contara su vida», dijo.