LA ELEGANTE PLAZA DE TARTINI, EL PUNTO DE PARTIDA
Piran es un auténtico monumento artístico fruto de su ajetreada historia, y para descubrirla hay que comenzar el paseo en la elegante y sobria plaza de Tartini. Dedicada al genial violinista Giuseppe Tartini, hijo predilecto del país, por ella pasa la vida de la ciudad. Un bellísimo espacio enmarcado por casas del siglo XV con balcones y algunos de los edificios más significativos de la ciudad.
Encerrado entre sus murallas se encuentra su gran tesoro: un encantador conjunto de calles estrechas con interesantes monumentos por descubrir: la Casa Veneciana, el Palacio de Justicia, el ayuntamiento, el Museo Marítimo, pero también tabernas de madera, tiendecitas marineras, restaurantes con vistas al mar… y un paseo marítimo que, siguiendo la bahía, lleva a Portoroz.