Destinos secretos de Costa Rica que recomiendan los locales

No hay nada mejor cuando se viaja a un lugar que escuchar los consejos de los nativos. Porque sí, recibimos información a través de guías, internet u opiniones de otros viajeros, pero resulta imposible recorrer todos los rincones que nos sugieren. Así que esta vez nos quedamos con cuatro sitios de los que disfrutan los «ticos» fuera de las rutas tradicionales.

Por HOLA.COM PARA TURISMO DE COSTA RICA

NOSARA Y OSTIONAL, SURF, YOGA Y TORTUGAS 

La península de Nicoya, en la provincia de Guanacaste, es un paraíso para disfrutar de la playa, del surf y de la vida silvestre de Costa Rica. Guiones es la principal playa del pueblo de Nosara, 7 kilómetros de arena blanca y brillante que colinda con las de Garza y Pelada donde podemos entregarnos al baño, a una siesta con el sonido de las olas después de tomar uno de los famosos smoothies locales o a cabalgar las olas sobre una tabla de surf, con buenas escuelas para más o menos experimentados.

A 10 kilómetros de la playa está el Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional, el territorio de las tortugas Lora, Baula y Verde. Aquí llegan cada año a desovar entre 1.000 y 200.000 de estas especies, dependiendo de la temporada, siendo la segunda arribada más importante a nivel mundial. La mayor afluencia tiene lugar durante el invierno (de julio a noviembre), pero es en los meses de septiembre y octubre cuando la playa aparece invadida por las tortugas. Por eso, el acceso al refugio solo se puede hacer con guías acreditados. 

¿Dónde nos alojamos?

En este entorno se encuentra Nammbú Beachfront Bungalows (nammbu.com), un hotel familiar situado en la paradisíaca playa Carrillo, con sus cabañas en plena naturaleza, donde se cuida la conservación del entorno natural y se puede aprender sobre la flora y fauna de la selva tropical de Costa Rica. 

 BUSCANDO AL QUETZAL EN DOTA 

A Dota, a 2 horas y media de San José, la capital de Costa Rica se llega para avistar en su bosque nuboso la exótica belleza del quetzal, una de las aves más llamativas del mundo, especialmente entre los meses de abril y mayo, su época de reproducción, pues aquí crece su principal alimento: el árbol aguacatillo. Pero a este rincón costarricense también se viene a pescar y degustar las truchas del río Savegre y a perderse por los senderos del Parque Nacional Los Quetzales, donde habitan las aves que le dan nombre, pero también tangaras, trogones y colibríes. 

¿Dónde nos alojamos?

Buena elección para el alojamiento es el hotel Trogón Lodge (trogonlodge.com), en el pequeño pueblo de San Gerardo de Dota, rodeado de vegetación, de flores deslumbrantes y robles centenarios y de una exquisita gastronomía, que incluye alimentos frescos y orgánicos. El entorno resulta perfecto para relajarse.  

RÍO CELESTE Y REFUGIO DE CAÑO NEGRO 

Cuenta una leyenda que una vez que Dios terminó de pintar el cielo lavó los pinceles en el río Celeste, una de las maravillas naturales de Costa Rica. Pero la geología tiene otra teoría más científica y explica que este color tan particular se debe a la unión de las aguas de dos ríos con contenidos minerales distintos provenientes de las faldas del volcán Tenorio. Protegido como parque nacional, un sendero de 7 kilómetros muestra sus principales atractivos: teñideros, aguas termales, fumarolas y una espectacular cascada.  

A menos de dos horas del río Celeste se encuentra el Refugio de Vida Silvestre Caño Negro, de importancia mundial como área de protección de humedales en la zona norte del país. Y también de especies silvestres, muchas de ellas en peligro de extinción o únicas, como el prehistórico pez gaspar, que se considera un fósil viviente. Durante la época seca, el refugio ofrece el alimento a miles de aves acuáticas que llegan a este humedal. La ingesta de moluscos hace que algunas de estas cambien el color de su plumaje por tonos más rosados.  

¿Dónde nos alojamos?

Rodeado de exuberante bosque tropical están los 26 bungalós del hotel Río Celeste Hideaway (riocelestehideaway.com), una bonita arquitectura tropical en medio de la selva donde disfrutar de las maravillas naturales del país y a la vez de la mejor hospitalidad local.  

TURRIALBA, AVENTURA, TURISMO RURAL Y CULTURA 

Las aguas bravas de algunos ríos de Costa Rica invitan a vivir aventuras a bordo de una lancha neumática, como el Reventazón o el río Pacuare, famosos en todo el mundo por sus descensos de rafting. Entre Cartago y Limón este último río anima a un recorrido por sus 30 kilómetros de rápidos rodeados de naturaleza. 

Después de la experiencia, hacia el interior, viajaremos a Turrialba, el pueblo originario de los indígenas cabécares, para conocer su cultura, sus cantos y bailes ancestrales, las figuras de la poesía nacional, las rondallas, el arte en madera de Corralón de Santa Teresita y otros oficios artesanales: cestería, elaboración de queso y el trabajo de trapicheros, talabarteros, mascareros..., además de sus numerosos festivales y ferias.  

¿Dónde nos alojamos?

En este entorno, el hotel Quelitales (hotelquelitales.com) es una buena base para alojarse durante la estancia en Costa Rica, un alojamiento ecológico con elegantes suites fusionadas con la vegetación tropical. El cuidado del medio ambiente es una de sus máximas, que se traduce en artículos de aseo artesanales y biodegradables y en el café local que se sirve a los huéspedes, procedente de una plantación sostenible. Sus jardines dan cobijo a cientos de aves, que se pueden observar, incluso, desde el balcón de la habitación. Y si se quiere salir de ella, senderos de montaña por los que perderse con los tours guiados que ofrecen desde el hotel.