Los mejores castillos de Escocia para mirar, remirar y fotografiar
No importa en qué punto se encuentre uno de estas tierras, porque en Escocia nunca se estará lejos de una ruina impresionante o de un castillo que guarda entre sus muros leyendas imposibles y otras de amores pasados.
Si por algo es conocida esta tierra más allá de sus paisajes verdes es por sus castillos, que llega a sumar hasta un millar, y eso que es solo una tercera parte de los que tuvo. Los hay que llevan décadas siendo residencia de verano de la Familia Real, como el de Balmoral; ciudadelas fortificadas como el de Edimburgo; ruinas misteriosas como el de Dunnottar, enclavados en singulares islotes, como el de Stalker, otros están envueltos en leyendas misteriosas, como el de Gladis y hasta los hay convertidos en románticos hoteles, como el de Skibo, o en set de rodaje cinematográfico, como el de Eilean Donan. Trazar una ruta uniendo algunos de ellos es la mejor manera de conocer la historia de esta tierra y también de disfrutar, en muchos casos, de algunos de los rincones más insólitos de Escocia. Más información: Visit Britain (http://www.visitbritain.com/es/ES/)
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Hospedarse donde la Reina Victoria hiciera lo propio en 1873 tiene su atractivo, sin duda. Pero hay más. Engastado en las montañas de las Highlands Occidentales, a los pies del Ben Nevis, la montaña más alta del Reino Unido, este castillo convertido en hotel destila todo el carácter scottish de la región.
El pintoresco islote en Loch Laich donde se encuentra este bien conservado castillo medieval, accesible desde la costa con marea baja, ha hecho que sea una de las imágenes más típicas de las Tierras Altas de Escocia.
Situado sobre la pequeña isla del mismo nombre que se alza a un lado del lago Duich, al noroeste de Escocia, este castillo al que solo se puede acceder en barco a través de un estrecho puente de piedra, ha servido de lugar de rodaje a numerosas películas, como Braveheart.
El que pasa por ser uno de los grandes símbolos de la ciudad es, en realidad una enorme ciudadela fortificada repleta de museos y atracciones, además de ofrecer las vistas panorámicas más espectaculares de Edimburgo. Aquí se guarda la corona y el cetro de los reyes y se han rodado algunas escenas de la serie de Harry Potter.
Madonna eligió un lugar para soñar, Skibo Castle, en las tierras altas de Escocia, para celebrar su boda. No se le podría pedir más a un castillo convertido en hotel con jardín botánico victoriano y campo de golf.
Cerca de Edimburgo, Glasgow y, sobre todo, de Stirling, este castillo del siglo XV (originariamente llamado el castillo de las Tinieblas) pertenecía a una de las familias nobles más importantes de Escocia y desde sus muros las vistas del pueblo de Dollar y de gran parte del condado y del valle de Forth resultan espectaculares. Los tres fines con los que fue realizada la construcción –servir de residencia a los Campbell, ser estratégicamente defensiva e impresionar a los huéspedes- se cumplen con creces.
A diez kilómetros de Alford, en el condado de Aberdeenshire, este castillo de fachada rosa es todo un ejemplo del estilo arquitectónico señorial escocés. Una construcción de siete plantas cuya colección de torres, frontones, chimeneas y ménsulas le otorgan un aspecto de cuento. Ahora está en manos de la National Trust de Escocia.
Para muchos, este castillo del siglo XV es el más romántico de Escocia, aunque mucho tiene que ver en ello la leyenda de la Dama del lago Awe que tiene tras de sí, una versión medieval de Penélope esperando a su amado. Y también es uno de los más fotografiados por su espectacular ubicación, rodeado de montes y en la cabecera de un lago.
La que fuera la fortaleza medieval más segura del reino y el lugar donde se guardaron las joyas de la Corona es hoy una de las ruinas más impresionantes y cargadas de misterio de Escocia, especialmente por su estratégica situación, asentado como está sobre un precipicio rocoso en un cabo en la costa nordeste.
El de Glami, junto al de Blair, es uno de los castillos escoceses más famosos de Escocia. Construido a principios del siglo XV, la fortaleza es famosa por ser el lugar donde Macbeth asesinó al rey Duncan, y además de unas impresionantes torres y almenas, está envuelta por leyendas e historias fantasmagóricas.
La reina Victoria lo definió en su diario como “mi querido paraíso en las tierras altas de Escocia”. Fue ella quien lo compró a mediados del siglo XIX y ha servido durante décadas como lugar de veraneo. Se encuentra dentro de los límites de un bello parque natural. Los jardines de palacio y el salón de baile están abiertos al público excepto en los meses de agosto y septiembre, que es cuando la reina Isabel vive allí. Balmoral fue excelentemente recreado en la película La Reina, en la que Helen Mirren dio vida a Isabel II en los días posteriores a la trágica muerte de Lady Di.