12 maravillas de la costa turca que harán que quieras visitarla
Es una de las más secretas del Mediterráneo, al menos para los de casa. Y no será por atractivos. Hemos retratado algunas de las sorpresas que esconde este litoral y te las mostramos en forma de galería de imágenes.
Si nos preguntaran qué lugares conocemos, aunque sea de oídas, de Turquía, la mayoría de nosotros solo acertaríamos a responder como mucho un par de lugares: Estambul, la capital, por supuesto; el surrealista paisaje de Capadocia; las ruinas de la antigua ciudad de Efeso y poco más. Algunos llegarían a citar Bodrum, el animado puerto de la antigua Halicarnaso, en plena costa del Egeo, y solo contados se atraverían a hablar de las bondades de la costa turca. Es hora de descubrirla, mejor aún navegando. Hacemos un recorrido fotográfico por este litoral deteniéndonos en algunas de sus joyas, desde la playa de Ölüdeniz hasta el castillo de Alanya, pasando por las ruinas arqueológicas de la ciudad de Side o la bahía de Kekova.
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Es una de las más espectaculares del Mar Egeo, en la costa occidental de Turquía. Un entorno de lo más natural rodea a esta playa de arena blanca y aguas azul turquesa limpias y transparente donde no hace falta bucear para ver a las numerosas especies marinas que habitan en ellas. La playa posee dos partes principales, una de mar propiamente dicho, y la llamada Laguna Azul, que se conecta con la anterior por un boscoso pasaje entre montañas.
Dominando el mar Egeo, en el corazón de la ciudad de Bodrum, el castillo de San Pedro domina la bahía desde lo alto. Se construyó en el siglo XV por iniciativa de la orden de San Juan de Jerusalén y en su interior acoge hoy un museo de arqueología submarina.
Los 24.000 espectadores que podía acoger el más grande de los dos teatros de la ciudad de Efeso dan una idea del tamaño que alcanzó en sus días de gloria la que hoy es una de las zonas arqueológicas más extensas del mundo y de las mejor conservadas de las muchas que atesora la costa turca.
El pequeño pueblo pesquero de Kas, en la región de Antalya, no es más que la evolución de Antifelos, uno de los primeros balnearios de la antigüedad.
Goleta anclada en la bahía de Tuzla, en el golfo de Gokova, y al este de Bodrum, punto de partida ideal para la navegación de la costa egea de Turquía.
Dada su posición geográfica y estratégica, Alanya fue un importante centro de diferentes culturas. En lo alto se admira su castillo, construido en su mayor parte en el siglo XIII y levantado sobre restos de época bizantina y fortificaciones romanas antiguas. Hoy es un museo al aire libre con espectaculares vistas sobre el mar.
Antalya está situada en una hermosa bahía, con vistas al mar y a la montaña, y su casco antiguo merece una visita. En la antigüedad se llamaba Panfilia, que significa "la tierra de las tribus”.
Su nombre se traduce del turco como "pueblo del castillo" y así es. Situado en la provincia de Antalya, entre Kas y Kale, acoge en el alto una fortaleza bizantina construida en la Edad Media y, bajo sus aguas, una necrópolis licia.
El que fuera uno de los puertos comerciales más importantes de la zona desde su fundación por colonos griegos en el siglo VII a.C. pasa hoy por ser una de las ciudades más turísticas de Turquía. Side combina playas, buen ambiente y lugares históricos. Sus ruinas están consideradas entre las más destacadas del Asia Menor, entre las que se encuentran las del Templo de Apolo.
Por su escarpada y sinuosa geografía no es fácil encontrar en la costa de Turquía grandes playas de arena blanca. La de Patara es una de ellas, completamente virgen, rodeada de montañas y 18 kilómetros de longitud. Para acceder a ella hay que atravesar los restos de la antigua ciudad de Patara, lugar de nacimiento de San Nicolás, el conocido Papa Noel.
Puerto de Fethiye, en la costa licia, la ciudad levantada sobre las ruinas de la antigua Telmeso, algunas de las cuales se pueden observar hoy en día, como el teatro griego junto al muelle principal.
Hace 1900 años, un terremoto sumergió bajo el mar la ciudad de Simena. La bahía que quedó tras el cataclismo es hoy uno de los paisajes más fascinantes del mediterráneo turco. Navegando por sus aguas transparentes se observan las ruinas de los antiguos edificios licios y romanos.